+ Mató a dos mujeres en la Universidad y a otra en un motel
Los asesinatos en escuelas al estilo de Estados Unidos alcanzaron a México, y lamentablemente fue en Guadalajara donde el miércoles por la tarde la noticia de dos mujeres trabajadoras de la administración de la Universidad Tecnológica de Guadalajara (UTEG), asesinadas al interior del plantel ubicado en el campus Olímpica por un hombre de 20 años de edad, que ingresó a las instalaciones con dos armas blancas, una navaja y una hacha, causó histeria, crisis nerviosa y preocupación por tener más ataques de este tipo.
Un sujeto irrumpió en la universidad alrededor de las 17:20 horas, comenzó a perseguir a los alumnos, después entró al área administrativa y se dirigió hacia un cubículo, donde asesinó a dos secretarias e hirió al coordinador académico. Si bien, para ingresar al plantel hay unos torniquetes, el agresor los brincó, persiguió a alumnos y tras cometer la agresión huyó e intentó atrincherarse en un aula con sillas tapando el acceso, donde finalmente fue sometido por policías quienes llegaron al pedido de auxilio del coordinador educativo quien se encontraba herido, pero aun así logró salir del plantel para pedir ayuda.
El fiscal del Estado, Luis Joaquín Méndez declaró que el agresor también está involucrado en el asesinato de una mujer de 22 años en un motel de la ciudad, unas horas antes del ataque en la universidad. “Podemos informarles que el sujeto que se encuentra detenido tiene relación directa con la femenina occisa en el motel, tenemos imagen de video donde se aprecia el ingreso de este sujeto al motel en un horario aproximado entre casi las 13:00 y 14:00 horas que ingresa.
Las investigaciones muestran que el joven no tenía un motivo aparente para realizar este crimen, simplemente llegó y atacó a las primeras personas que se cruzaron en su camino, que en este caso fue una mujer en la recepción del plantel y la otra del área administrativa en otro punto de la escuela, 30 y 35 años tenían las víctimas.
Agresor fan de comunidad que veneraba crímenes
En redes sociales, el detenido formaba parte de un grupo de crímenes por fanatismo, por lo que se indaga si está relacionado con otros delitos.
“Formaba parte de una especie de grupo de WhatsApp o de aplicaciones en Internet donde se meten a compartir historias y a buscar historias precisamente de crímenes por fanatismo”, reconoció Méndez Ruiz.
El gobernador Enrique Alfaro lamentó los hechos en redes sociales y se refirió al agresor como maldito.
“Este desquiciado ya fue detenido, está a disposición de las autoridades y no voy a descansar hasta que pague las consecuencias. No logro entender lo podrido que puede estar nuestro tejido social para llegar a tragedias así de crudas, de dolorosas e inexplicables”, externó.
“Pensamos que íbamos a morir”
Un estudiante de segundo semestre de la Licenciatura en Sistemas pensó que iba a morir. Él y otros compañeros de clase fueron sacados del salón y encerrados en la biblioteca después de que su maestro se dio cuenta de que había una amenaza en el plantel de la UTEG, en la Colonia Olímpica.
Al principio hubo confusión, pero el estudiante alcanzó a ver que el agresor, identificado como Gabriel Alejandro, no portaba armas de fuego. Esto le dio esperanza. La voz se corrió en el plantel y algunos jóvenes, de entre 20 y 22 años, tomaron tubos y lo que encontraron para defenderse.
El maestro sacó a sus alumnos por el Bulevar Marcelino García Barragán, con ayuda de otros oficiales; primero los llevó a un Oxxo, luego al estacionamiento de una tienda Bodega Aurrerá, ubicada por la Calle Río Pánuco.
“Empezaron a llegar patrullas y empezaron a salir los muchachos de la UTEG, unos decían que había balazos, otros decían que entró uno con un machete”, relató una trabajadora del negocio, quien señaló que eran alrededor de 50 personas que estaban afuera, algunos con crisis nerviosa.
El maestro de segundo semestre que protegió a sus estudiantes estuvo hasta el final, revisando que todos se fueran a sus casas y hablando con sus padres. “Nos cuidamos entre todos”, enfatizó.
El docente consideró que, a partir de este suceso, habrá un protocolo contra ataques masivos.
Los estudiantes esperaron afuera del plantel, pues sus mochilas, laptops, llaves y otros objetos personales se quedaron adentro.
“Hoy llegué tarde. Entraba a las cuatro, pero fui a un mandado y ya me vine”, recordó una alumna de odontología, quien agradeció no haber estado en la universidad cuando sucedió la agresión.
“Y dicen que hacerse la pinta no es bueno…”, ironizó antes de irse a su casa sin entrar a clase.
