Por Gustavo González Godina
Enrique Alfaro, fundador y líder indiscutible de Movimiento Ciudadano en Jalisco, no quiere a Jorge Álvarez Máynez como candidato a la Presidencia de la República por este partido. Pero ya lo nombró como tal, con una gran frivolidad, un chamaco que funge como gobernador de Nuevo León y que ya le arrebató la dirigencia nacional al viejo esquirol Dante Delgado Rannauro, porque éste está ruco, caduco y obsoleto y nunca ha tenido en realidad fuerza propia. ¿Qué puede hacer Enrique Alfaro al respecto? Me parece que su liderazgo está en aprietos, que aún no sabe qué hacer y que su decisión la conoceremos probablemente hasta el día de la elección.
Debe estar muy dolido Enrique Alfaro, debe estar lamentando no haberle arrebatado Él la dirigencia nacional a Dante Delgado cuando pudo hacerlo, antes de que Samuel García se erigiera a sí mismo -o lo erigiera su mujer que es en realidad la que manda en ese matrimonio-, en candidato (frustrado Luego) a la Presidencia de la República. No hubiera sido difícil, porque la fuerza de MC está en Jalisco, aquí nació cuando Enrique Alfaro le pidió prestada la franquicia a Dante Delgado, de lo que entonces se llamaba Convergencia por la Democracia, pero no lo hizo, lo que sí hizo ahora Samuel García. Y debe estarlo lamentando Alfaro sin saber qué hacer.
Ya hizo un pronunciamiento (respecto a la nominación de Álvarez Máynez) pero eso no significa nada, ni para su gente, sus candidatos en Jalisco y sus votantes, ni para el futuro de su partido, que sin los votos de Jalisco puede perder hasta el registro:
“Hace seis meses -dijo- fijé mi postura sobre lo que estaba sucediendo en Movimiento Ciudadano a nivel nacional y expliqué las razones por las que decidí no ser candidato a la Presidencia de la República. Hoy puedo confirmar que no me equivoqué. Me da mucha pena todo lo que ha pasado porque le tengo un enorme cariño a este proyecto y a su gente, y porque creo haber sido parte importante de la construcción de lo que hoy están destruyendo. Desde Jalisco sentamos las bases para hacer un proyecto de alcance nacional, competitivo, serio, basado en la idea de los buenos gobiernos, de la política como instrumento de transformación. Ayer que vi el anuncio de Samuel García desde Nuevo León destapando a Jorge Álvarez como candidato a la presidencia de México, no lo podía creer. En una mesa con botana y cerveza, el gobernador se asumía como líder de nuestro movimiento y nos dictaba instrucciones sobre el camino a seguir”.
Fue duro contra Samuel García: “Quienes usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo, los que nos metieron en el callejón de la banalidad, el callejón de la no política, no son los líderes de este proyecto, ni mucho menos del movimiento social que construimos en Jalisco”.
“Si ese es el camino que la dirigencia nacional decide tomar, allá ellos. Les tocará decidir a quienes hoy representan a nuestro proyecto en Jalisco (a Él y a dos o tres más que lo siguen a donde vaya) qué hacer al respecto, porque en esa decisión se juega el futuro de nuestro Estado. En lo que a mí respecta, mi postura es clara: toda mi vida luché contra las imposiciones y contra las burocracias partidistas y así seguiré hasta el último día de mi vida, aun retirado de la política (¿?)”.
“Lo que te queda al final del camino es tu dignidad y tu congruencia, y eso no pienso sacrificarlo”. ¿Qué significa su dignidad y su congruencia, que no piensa sacrificar? Toda su vida -dice- luchó contra las imposiciones y contra las burocracias partidistas, y que así seguirá hasta el último día de su vida. ¿Significa que ahora va a luchar contra la imposición (porque no se tomó en cuenta a Jalisco) y a la burocracia partidista de Movimiento Ciudadano?
Enrique Alfaro Ramírez es un hombre de lucha, se enfrentó al PRI y al PAN y los venció en tres ocasiones, se enfrentó a un enemigo aún peor, Raúl Padilla el dueño de la Universidad de Guadalajara, y lo derrotó también. ¿Se va a enfrentar ahora al pobre viejo Dante Delgado y a su escudero Samuel García? Por sus palabras, por sus posicionamientos parecería que no, que va a mandar todo al diablo y se va a olvidar de Movimiento Ciudadano, pero para quienes lo conocemos en Jalisco sabemos que muy probablemente no va a ser así, Él creó a Movimiento Ciudadano y Él lo va a destruir.
En mi opinión sólo le quedan dos caminos: Mantenerse totalmente al margen de todo lo que tenga que ver con los cuadros y candidaturas de MC, lo cual me parece imposible porque le queda un año como gobernador (el año electoral), es el jefe político y el líder indiscutible del partido en Jalisco; o bien, dar instrucciones precisas para que su gente emita un voto diferenciado, para senadores, diputados federales y locales y para alcaldes, por MC, y para la Presidencia de la República por Xochitl Gálvez, nunca por Jorge Álvarez Máynez, que creo que es lo que va a pasar. Y sin los votos de Jalisco para la Presidencia de la República, creo que MC podría perder el registro como partido nacional.
Esta opinión podría molestar a algunos simpatizantes y militantes de MC, que me podrían contestar “¿qué acaso los demás no pensamos por nosotros mismos?, ¿tenemos que hacer lo que nos diga Enrique Alfaro?” Están en su derecho, es su dignidad y su orgullo, pero el liderazgo de Enrique Alfaro en Jalisco es tan fuerte desde hace 12 años, que finalmente el destino de MC está en sus manos. Puedo estar equivocado, pero no lo creo, creo más bien que cuando se apuesta se pierde y se gana, y que Dante Delgado, el pobre viejo Dante Delgado, apostó y perdió.
Por lo demás, Jorge Álvarez Máynez no es nadie para quitarle votos ni a Claudia Sheinbaum ni a Xóchitl Gálvez. Veremos y diremos…
