Por Gustavo González Godina
No hay mucho qué decir. Excepto que el viejito, el VGT OGT o el KKs como conoce la mayoría de los mexicanos a Andrés Manuel López Obrador, se salió con la suya. Se vengó del Poder Judicial y ahora los jueces, magistrados y ministros serán elegidos por Morena y le servirán a Morena, iniciándose así una larga y negra noche para la República. No sé si veré yo el nuevo amanecer, pero mucho me temo que mis hijos y nietos no se la van a acabar…
Para ello tuvo que recurrir a la traición que logró de un panista a cambio de impunidad; y a la (también) sucia maniobra de ordenar la detención del padre de un senador para mantenerlo en Campeche, muy lejos de donde se votaría la reforma al Poder Judicial.
No esperaba yo otra cosa. A Morena le faltaba un voto en la Cámara de Senadores para aprobar la Reforma, y días antes de la votación supe que lo conseguiría en Veracruz. Conozco a Miguel Ángel Yunes Márquez, lo he tratado y sé la clase de alimaña que es, igual que a su padre Miguel Ángel Yunes Linares, a quien también conozco y sé que es un delincuente, un pederasta (por lo menos) al que vi en un video en la Cámara de Senadores, escoltado por un violador, Félix Salgado Macedonio (¡qué bonita familia!) con los ojos desorbitados y la mirada perdida, supongo que estaba completamente drogado.
Debo decir que me extrañó, hace seis años, que el VGT OGT no le cobrara a Miguel Ángel Yunes Linares las ofensas que éste le inflingió en público, lo menos que le dijo, en varias ocasiones, fue que era un viejo que estaba loco. Y tenía KKs motivo legal suficiente para encerrar a Yunes, había un escandaloso fraude en el ISSSTE donde el veracruzano fue director, y aun así insultó públicamente al entonces candidato (casi ganador) a la Presidencia de la República. Y al llegar a la Presidencia semanas después, no tomó AMLO represalias contra Él. Me preguntaba yo por qué… ahora lo entiendo, se la guardó para cuando más necesitara el Presidente cobrar el favor. Esta semana se lo cobró.
Días antes de la votación en el Senado, el periodista Joaquín López Dóriga dijo que se había encontrado en un restaurante a Miguel Ángel Yunes Linares, y que al preguntarle cómo estaba le contestó: “Mañana estaré en la cárcel, tengo una orden de aprehensión”. No tenía una, tenía varias, igual que sus hijos Miguel Ángel, a quien en Veracruz llaman Chiquiyunes, y Fernando, a quien para empezar no le permitirían tomar posesión como diputado local, pero el trato fue ordenar la cancelación de todas las órdenes de aprehensión pendientes (lo que hizo Adán Augusto López) a cambio del voto a favor de la reforma por parte de Chiquiperro, como también lo conocen los veracruzanos, allá MIYULI es el perro mayor y su vástago el Chiquiperro.
Los veracruzanos saben por qué les llaman así. Miguel Ángel Yunes Linares ya traicionó antes al PRI cuando fue dirigente estatal de ese partido, durante su gestión el tricolor perdió muchas alcaldías, tantas como nunca antes había perdido. Cuando fue subsecretario de Seguridad Pública federal (encargado del control y seguridad en los penales federales) se escapó de Puente Grande por primera vez el Chapo Guzmán, un día antes de la fuga había visitado Yunes Linares ese penal. Todo eso sin contar la represión que ejerció siendo Secretario General de Gobierno en el sexenio de Patricio Chirinos, motivo por el cual le llovieron recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Y bueno, el millonario desvío de recursos en el ISSSTE. Los veracruzanos conocen bien a los Yunes azules (porque hay rojos también, los Yunes Zorrilla y los Yunes Landa, pero estos son decentes).
Y bueno, el voto de Chiquiyunes a favor de la reforma, ordenado por su padre Yunes Linares, fue la cereza del pastel de sus carreras políticas, lo que la mayoría de los mexicanos consideran una traición a la patria. Necesitarán cada uno una máscara del Santo para poder salir a la calle.
Y en cuanto a la Reforma al Poder Judicial, no todo está perdido aún, la Suprema Corte de Justicia de la Nación puede echarla abajo y los trabajadores del PJ, jueces y magistrados, junto con diversos movimientos de la Sociedad Civil, seguirán luchando. Esto no termina hasta que se acaba. Si a usted le interesa, únase a la causa.