Por Christian Villalobos
En medio de una crisis brutal como fue 2020 ocasionada si bien es cierto en Asia debido a una pandemia, que continúa agudizándose, miles de personas vieron como opción el comercio electrónico, con ello mantener su nivel de ventas, el gobierno enemigo de la clase media por considerarla peligrosa y “aspiracionista” puso ojo en ello e impuso impuestos a las plataformas digitales inhibiendo sistemáticamente la compra por este medio, sin mediar con ello un plan económico (como todo lo improvisado que es este gobierno).
Lejos estamos de un PIRE (Programa inmediato de recuperación económica) y tan cerca de una UIF (unidad de inteligencia financiera) que persigue a contribuyentes y aplica el terrorismo fiscal como política pública, lejos estamos de un incentivo a la inversión, cerca de una cacería de brujas de sus adversarios que amenazan la ineptitud con la que trabaja, lejos de una justicia equitativa y cerca de una justicia selectiva. Lejos de sentirnos seguros en las calles, cerca de una militarización y un gobierno que le deja hacer y deja pasar a la delincuencia organizada. Lejos de la fría estabilidad económica nórdica y cerca del frío invierno de quienes perdieron sus empleos y sus familiares gracias al pésimo manejo de la economía y de la pandemia.
Hoy estamos ante un gobierno que quiere que agradezcas que a pesar del pésimo gobierno, los mexicanos nos mantengamos de pie firmes y dignos ante la adversidad. El país a pesar de la crisis es más grande que un engreído pseudo dictador y más grande que la misma pandemia. El enemigo del empleo y amigo de la limosna gubernamental a cambio de “lealtades” incuestionables, pronto le llegará su momento. En unos años pasará a la historia como el peor gobernante de todos los tiempos. Si no la creen, Carlos Salinas de Gortari a tres años de su mandato tenía el 67% de aprobación. Hoy el inquilino del palacio Real tiene el 58%. Veamos en qué termina la historia. Aguanten mexicanos. 110 años de revolución y 210 años de transformación no han acabado con México, seis años de estupidez tampoco lo harán, aunque este sujeto se esfuerce.
