Por Gustavo González Godina
La semana pasada ocurrió algo cuyo origen aún no me explico. El presidente comunista Andrés Manuel López Obrador considera como adversarios a los empresarios, especialmente a los de Nuevo León, como en su tiempo los consideró otro presidente comunista que tuvo México, Luis Echeverría Álvarez (que Dios lo tenga de donde no se venga), al grado de que un grupo guerrillero, la Liga Comunista 23 de Septiembre, promovida e impulsada por sus cuñados Rubén y Andrés Zuno Arce, asesinó al empresario regiomontano don Eugenio Garza Sada, fundador del Tecnológico de Monterrey, de la Cervecería Cuauhtémoc y de otras muchas empresas como Vitro, VISA y FEMSA, embotelladora y distribuidora ésta de la Coca Cola y dueña de las tiendas OXXO.
Y también considera como sus adversarios el presidente López Obrador al Cartel Jalisco Nueva Generación, porque Él es aliado del Cártel de Sinaloa, y sin embargo en los disturbios que ocurrieron en ciudades de Guanajuato, en Guadalajara y Chihuahua, los supuestos sicarios del CJNG les prendieron fuego a decenas de tiendas OXXO, propiedad de FEMSA. ¿Un adversario de López Obrador, el CJNG, atacando a otro adversario de López Obrador, los OXXO de FEMSA? Hay algo en esos actos de terrorismo que no me acaba de cuadrar.
En Guadalajara, en Zapopan más bien, quedó claro que los narco bloqueos sí los llevó a cabo el CJNG y fueron para impedir que acudieran refuerzos desde Guadalajara a Ixtlahuacán del Río donde se reunieron, según trascendió, dos capos de dicho Cártel, el RR quien es el jefe del Grupo Elite, y el Apá quien es el jefe de esa banda en Veracruz, la reunión era para hacer amarres con miras a la sucesión del Mencho, del que dicen que está enfermo y que hay por lo menos cuatro o cinco jefes disputándose la herencia de su imperio. Se agrega que Él (el Mencho) ya decidió que quien heredará su cargo será su yerno, pero no todos los demás jefes están de acuerdo y la reunión del RR y el Apá era para eso, para ponerse de acuerdo y aliarse contra otros aspirantes. El problema fue que la Inteligencia Militar se enteró de que estarían reunidos en Ixtlahuacán y les cayó por sorpresa desatándose un enfrentamiento del que resultaron varios muertos y otros más detenidos. Los dos jefes huyeron.
También en Ciudad Juárez, Chihuahua hubo balaceras y quema de unidades del transporte urbano y de autos particulares, y también ahí está más o menos claro el motivo, hubo una riña en el penal de aquella ciudad, en la que murieron dos presuntos integrantes del CJNG y la reacción de éste fue sembrar el terror entre la gente para mostrarle al gobierno federal la fuerza que tiene esta banda en todo el país. Otro tanto ocurrió un día después en varias ciudades de Baja California, en Mexicali, Tijuana, Rosarito, Tecate y Ensenada. Ahí, como en Guanajuato, no se sabe por qué, quizás sólo para mostrarle al gobierno de López su poder destructivo y de movilización, que pueden hacer lo que se les antoje donde se les pegue la gana.
La gobernadora de Baja California, María del Pilar Ávila dijo en sus primeras declaraciones, no meditadas evidentemente, que la mafia que provocó los disturbios debería cobrarles la factura a quienes se la deben, no a la población en general, con lo que implícitamente reconoció que el motivo fue el cobro de derecho de piso, como si Ella supiera de qué y de quiénes se trató. Luego Jaime Bonilla, exgobernador de aquella Entidad, afirmó que María del Pilar pactó con el CJNG y que no cumplió su parte y por eso los disturbios.
Cualquiera que haya sido el motivo: en BC el cobro por el derecho de piso, en Ciudad Juárez la venganza por la muerte de dos sicarios en el penal, y en Jalisco impedir que el Ejército y la policía acudieran desde Guadalajara para apoyar a los soldados en Ixtlahuacán del Río, todo eso no explica lo que pasó en Guanajuato, ni mucho menos el incendio de los OXXOs a los que también considera sus adversarios el presidente López Obrador, a éstos porque consumen energía eléctrica barata que les vende la empresa española Iberdrola, contra la que AMLO tiene pleito casado desde hace tiempo.
Un tuitero da una pista, @Potrillo_León dice: “Y alguien hizo una observación interesante: en la línea del corredor industrial, hubo ataques en Celaya, Irapuato, Silao y León. Pero se brincaron Salamanca, municipio gobernado por Morena…” ¿Coincidencia? No lo creo –agrega otro tuitero llamado @Carloslopezjone. ¿Fue realmente el Cartel Jalisco Nueva Generación el que organizó los disturbios, balaceras y quema de vehículos en Guanajuato?, no lo sé y lo empiezo a dudar.
Otras novedades de la semana fueron por una parte la petición que hizo Marcelo Ebrard al dirigente de Morena Mario Delgado, con pruebas, para que investigue el origen de los recursos que se están gastando para la publicidad tan intensa de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López en busca de la candidatura a la Presidencia, quiere piso parejo y dio a entender que (como Monreal) no acepta la encuesta como medio de selección del candidato de ese partido; por la otra, una carta, la séptima, de Dante Delgado a López Obrador, en la que le llama traidor y le dice hasta de lo que se va a morir.
Combinadas las dos cosas, lo de Marcelo y lo de Dante, parecería que se empieza a perfilar la solución para sacar a Morena del poder. Sin la gente de Ricardo Monreal y de Marcelo Ebrard, le harán falta votos a Morena para ganar, por más popular que sea López Obrador; y si se une Movimiento Ciudadano al PRI, PAN y PRD en la alianza Va por México, adiós a la pretendida dictadura comunista que quiere AMLO para México. En Dante Delgado no se puede confiar, como dice una cosa dice otra, a mí me sigue pareciendo un esquirol en la oposición, pero si es congruente con lo que dice en su séptima carta a López Obrador, se comienza a perfilar el rescate de México de la crisis y el caos en que lo ha sumido la dizque Cuarta Transformación.