Por la Mtra. Carmen Danelia de la Peña Castro, Jefa de Acompañamiento Estudiantil de Educación Básica y Media Superior de la UAG
El acoso escolar o bullying es aquella situación donde hay repeticiones constantes de agresiones ya sea verbales, psicológicas o físicas con la intención de lastimar, dominar, atemorizar a otro niño, sin que haya un factor de provocación y la víctima carezca de posibilidades para defenderse. El bullying puede ser generado por un niño (el agresor) o un conjunto de niños hacia la víctima.
¿Cómo identificar si mi hijo sufre bullying?
Cuando los niños sufren de acoso escolar, comúnmente no suelen comentarlo abiertamente a sus padres o maestros ya sea por miedo, vergüenza, están amenazados, porque piensan que los adultos lo verán como niño débil, o sus compañeros lo etiqueten como un niño “soplón”, que perciba normal este tipo de amistades que dañan su integridad y en algunas veces sienten este temor a ser regañados por sus padres o sentirse poco comprendidos ante esta situación.
Por lo tanto ¡Papá – mamá! Ten a la mira las siguientes conductas que tu hijo te puede expresar o presentar como un grito de ayuda, de que algo está pasando:
· Tiene cambios repentinos en su estado anímico.
· Suele evitar platicar de los temas escolares.
· Tiene pesadillas constantes.
· Entra en llanto por no querer ir a la escuela cuando anteriormente no lo hacía.
· Puede llegar a mojar la cama por las noches.
· Suele tener dolores de cabeza, estómago o algún otro malestar físico que logre evitar ir a la escuela.
· Comenta en casa que le dicen por algún apodo.
· Cometa en casa que en la escuela le quitan sus cosas.
· Comenta que hay un niño “mal portado” en la clase y no le agrada.
· Sus calificaciones escolares empiezan a bajar.
· Presenta dificultad para concentrarse cuando anteriormente no tenía ese problema.
· Se pone irritable y agresivo.
· Llanto sin un motivo aparente
· Poco interés por las actividades escolares.
· Suele aislarse.
· Busca la manera para que lo cambien de salón o escuela.
· Menciona que se burlan de él.
· Llega con raspones o moretes a casa y no sabe dar una explicación al respecto.
· Presenta ansiedad por las noches o mañanas.
Consideramos que una conducta por sí sola no es evidencia de que su hijo esté sufriendo de acoso escolar; sin embargo, es recomendable valorar e investigar el origen de estas conductas.
¿Qué hacer si mi hijo sufre bullying?
1. Fortalece la comunicación y escucha activa con tu hijo, esto ayudará a que tu hijo exprese las situaciones que están ocurriendo con él.
2. Investiga en la escuela, solicita una entrevista con su maestra, director o tutor y menciona sobre estas conductas de tu hijo, antes de llegar a una conclusión, es importante informar a la escuela, ya que una de las características es que lo niños no suelen expresar lo que está sucediendo.
3. Evita interrogatorios con tu hijo que solo se basen en una respuesta de sí o no, busca entablar una conversación, como ejemplos: ¿Qué es lo que te gusta más de ir a la escuela?, ¿Qué te gustaría que cambiara de la escuela?,¿Qué parte del día de la escuela es la que menos te gusta?,¿Qué necesitas parar ir más contento o divertirte en la escuela?,¿Cómo se llaman tus amigos, que juegan en el recreo?, ¿Del 1 al 10 que tal estuvo tu día?¿Cuéntame que te hubiera gustado que cambiará para subir ese número a 10?
4. Evita minimizar sus emociones o situaciones que comente tu hijo, ya que para él es una situación muy grande y complicada y requiere de apoyo y orientación.
5. Reitera con tu hijo que tú estás para protegerlo y cualquier situación donde él se sienta incomodo, ofendido, agredido, amenazado, tu podrás apoyarlo en buscar una solución y ante todo no lo regañarás, al contrario, le agradecerás por la confianza que tuvo para comentártelo.
Considera que el bullying es un tema serio y se requiere de un trabajo en equipo oportuno entre casa, escuela y comunidad, pongamos un alto al acoso escolar, ya que todos tenemos una participación responsable en el actuar.
Recuerda, los padres de familia son la primera pieza del rompecabezas en la vida de un hijo, son aquellos quiénes inician su formación, son el pilar básico del amor y seguridad, son quiénes guían en lo espiritual y refuerzan los valores, quiénes orientan y aconsejan en la toma de decisiones, quiénes corrigen y forman el carácter, con el fin de prepararlos para su vida adulta. Los papás son piezas claves en la vida de un hijo y sin estas piezas un rompecabezas no está completo.