Por Gustavo González Godina
El joven Miguel Ángel Esquivias Esquivias está quedando mal como presidente municipal de Tepatitlán. En cuatro meses de gobierno no ha podido brindarle a la ciudadanía el servicio municipal más básico e indispensable que es el del Aseo Público. Y si no corrige esta deficiencia, la nave de su administración municipal va directo al naufragio. Lo que sería una lástima, pues se esperaba más de Él.
El lunes pasado, 31 de enero, caminé por el centro de la ciudad, desde las oficinas de Astepa hasta la Unidad de Medicina Familiar del IMSS en La Alameda, lo hice por Niños Héroes, Guadalupe Victoria e Hidalgo, y a todo lo largo del recorrido me encontré con montones de basura en algunas (varias) esquinas, esto como a las 11:30 de la mañana, casi al mediodía, señal de que no había pasado aún el camión recolector de la basura.
Ya sé que el presidente Miguel Ángel Esquivias no es el encargado de recoger la basura, pero Él escogió a un jefe de ese departamento, que evidentemente no está funcionando. Por qué, no lo sé. Pueden ser muchas las causas y algunas incluso ajenas a la capacidad de una administración municipal, pero eso a la gente no le importa, votó mayoritariamente por los abanderados de un partido, en este caso del PAN, para que resolvieran los problemas, no para que le dieran explicaciones de por qué no funciona tal o cual servicio.
Se ha informado que el problema principal es la falta de camiones recolectores, y se ha dicho también que la administración anterior compró al final dos nuevos (y que la actual está comprando cuatro más), pero que no funcionan aún porque no tienen placas, ¡hágame usted el favor! ¿Tan escasa es la capacidad de gestión de los nuevos gobernantes del municipio, que no pueden ni conseguir unas placas?, no digo que sea fácil, no lo sé, pero ante la urgencia de atender ese servicio, ¿no es más importante abocarse a esa gestión que andar inaugurando hoteles y restaurantes?
Y eso no es todo, hay varios factores que tienen convertida a la ciudad en un muladar, el segundo, después de la falta de camiones, es la falta de regularidad en las rutas. A las unidades especializadas en la recolección de basura las han suplido alquilando camiones de volteo. Y si los tienen, aunque sea alquilados, ¿por qué no pasan siempre a la misma hora por la misma ruta?, ¿por qué pasan por la colonia a veces a las 8 de la mañana o antes, y a veces al medio día?
Y ese no sería el mayor problema, pueden pasar a la hora que se les pegue la gana, el problema es que no avisan cuando están a punto de llegar, y eso no tiene ninguna justificación. Si cuestan millones de pesos los cencerros o campanas para avisar y no los pueden comprar, o si no hay dinero para pagar a los campaneros, bien podrían los conductores de los camiones hacer sonar el claxon para avisar, y si no sirve el claxon se le puede pegar en algún punto de la carrocería al camión con otro fierro, como hacen algunos vendedores de gas. No hay ningún pretexto o explicación válida para no avisar.
Y el último de los factores es la irresponsabilidad de los vecinos que sacan su basura y la dejan en las esquinas, aun cuando acabe de pasar el camión. Y no van a entender por las buenas que dejen de hacerlo, es responsabilidad de la autoridad municipal obligarlos a cambiar ese hábito, con multas y hasta con cárcel. El día 2 de febrero, miércoles, recorrí otra vez el centro a las 11:30 y había menos basura, señal de que esta vez sí había pasado ya el camión recolector, pero en la esquina de Hidalgo y Colón ya había de nuevo basura, y una señora estaba dejando en esos momentos una bolsota con desperdicios.
Entonces son varios los factores: falta de camiones, falta de organización (irregularidad en las rutas y horarios), falta de campanas y campaneros, falta de solidaridad de los que andan a bordo de los camiones, solidaridad con el ayuntamiento que es su patrón, y solidaridad con los vecinos; si fueran solidarios se las ingeniarían para avisarle a la gente que ahí viene el camión; falta de responsabilidad de los vecinos que sacan su basura a destiempo, y falta de energía por parte de la autoridad para meterlos al orden.
Me da la impresión de que algo anda mal en la jefatura del Aseo Público a cargo de José Alfredo Martín. Parece como cuando un equipo de futbol profesional no quiere a su director técnico y deliberadamente juegan mal para perder, hasta lograr que renuncie el entrenador o que lo corran. ¿Por qué no cooperan con Él -con el jefe- avisando a la gente de la llegada del camión? Como que no están a gusto con Él y no van a hacer su trabajo bien hasta deshacerse de Él.
O bien el Jefe carece de imaginación para resolver los problemas, o de capacidad para intentarlo. Y si éste es el caso, sus limitaciones y su falta de autoridad le están causando un grave problema al Ayuntamiento. Porque como le dijimos al alcalde Miguel Ángel hace dos semanas cuando nos convocó a una rueda de prensa, la primera y principal obligación de una autoridad municipal es mantener los servicios públicos municipales funcionando, puede no hacer obra pública si no tiene dinero para hacerlo (aunque ya están planeando hacer un parque inclusivo en El Pedregal que costará 4.3 millones de peso$$$), nadie está obligado a lo imposible, pero no puede dejar de recolectar la basura, iluminar y vigilar las calles, cuidar los parque y jardines, esto sí o sí lo tiene que hacer.
Pero si en lugar de esto, según leí hace una semana en la columna de Ramón Muñoz de Loza, el Alcalde anda pensando ya en ser candidato a gobernador… no lo creo, pero tampoco lo dudo, hay quien se sube a un ladrillo y se marea… Pero por este camino, de no cumplir ni con los servicios públicos municipales, no llegará ni a buen puerto al término de su administración, mucho menos a ser candidato a gobernador. Algo escuché ya acerca de que el exalcalde Hugo Bravo Hernández -a quien le enviamos desde aquí nuestras sinceras condolencias por el fallecimiento de su padre-, anda pensando en lanzarse otra vez de candidato a la presidencia municipal. Pues sí, como está pintando la administración panista, cualquiera va a querer ser candidato al terminar ésta, y más el Dr. Hugo que hizo un buen papel en la alcaldía.
Y todo porque un servicio no funciona, porque su jefe no tiene imaginación, inteligencia, ni autoridad para hacerlo funcionar, se está llevando así al baile a toda la administración municipal. Si yo fuera su jefe, francamente le diría: José Alfredo, si no puedes renuncia.
Ah, y esto sin contar con que el ayuntamiento panista esta vez sí tiene una real oposición en el Cabildo, pero de eso hablaremos otro día.