• Los gringos afectados no eran unas blancas palomitas
El Cártel del Golfo “se disculpó” por el secuestro de los estadounidenses y en un acto de “honradez” entregó a los culpables, quienes también son responsables de la muerte de una mujer mexicana, Arely Pablo Servando, de 33 años, quien falleció por una bala perdida a casi una cuadra y media de distancia de los hechos.
Cinco hombres fueron encontrados amarrados y vivos y se presume que son los presuntos responsables de secuestrar a cuatro ciudadanos estadounidenses y asesinar a dos, en Matamoros. Los hombres, a quienes el Cártel del Golfo les dejó una cartulina con un mensaje, fueron trasladados a la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas.
Un funcionario difundió la carta y una fotografía que aparentemente entregó un integrante de ‘Los Escorpiones’ y en la cual señala que los responsables actuaron por su propia determinación. La persona que aseguró hablar en nombre del cártel condenó el hecho, ofreció disculpas a las familias de las víctimas y dijo que ha entregado a las autoridades a los miembros del grupo que estuvieron implicados.
En la carta escrita a mano, el presunto integrante del cártel se disculpó con los residentes de Matamoros, Tamaulipas, con la mujer mexicana que murió en el tiroteo y con los cuatro estadounidenses y sus familias.
“Hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.
Además, la carta añade que esos individuos fueron contra las reglas del cártel que, según ellos, incluyen respetar “la vida y la integridad de los inocentes”. El texto está escrito con letras angulosas con la aparente intención de no poder rastrear a su autor.
Una fotografía de cinco hombres boca abajo en el pavimento y maniatados acompañaba la carta mostrada por un funcionario que pidió permanecer en el anonimato porque no estaba autorizado a compartir el documento.
El pasado viernes, cuatro ciudadanos de Estados Unidos, tres hombres y una mujer, cruzaron a Matamoros desde Texas para que uno de ellos pudiera aparentemente someterse a un procedimiento de cirugía estética. Alrededor del mediodía les dispararon en el centro de Matamoros y luego los subieron a una camioneta.
Las autoridades los localizaron el 7 de marzo en las afueras de la ciudad. Dos de los estadounidenses estaban muertos, uno herido y la mujer resultó ilesa.
Joyas gringas
Se reveló que los cuatro estadounidenses secuestrados en Matamoros el pasado 3 de marzo tenían antecedentes penales relacionados con drogas ilícitas.
Latavia Tay Washington McGee fue acusada en mayo de 2016 por la justicia del condado de Florence, Carolina del Sur, de cinco cargos por descuido de menores luego de que sus cinco hijos dieran positivos a drogas, de acuerdo con un reporte de la policía de Lake City.
La primera queja contra McGee por esta situación data de febrero de ese año, interpuesta por el Departamento de Servicios Sociales de Carolina del Sur. El 3 de marzo de 2016 se recopilaron muestras de cabello de los menores para su análisis, resultando positivas a anfetaminas, metanfetaminas y canabinoides, según reportó en su momento la cadena local ABC News 15.
Tras el arresto de McGee, sus hijos pasaron a estar bajo custodia de familiares. McGee pagó una fianza de 10 mil dólares para llevar su proceso en liberta, pero finalmente le dieron una sentencia de cinco años de cárcel, de los cuales cumplió dos y los tres restantes los pasó en libertad condicional.
El otro sobreviviente al secuestro, Eric Williams, fue arrestado y acusado de dos cargos por distribuir cocaína en forma de crack cerca de una escuela, por lo que se le sentenció en marzo de 2017 a pasar 18 meses en prisión. Ya había sido acusado en 2015 de portación de una pistola calibre 22 cargada.
Los dos fallecidos también tenían antecedentes criminales: Shaeed Woodward, se declaró culpable al cargo de manufactura y posesión de drogas en 2015 y fue sentenciado a 100 días de cárcel en 2016. Y, finalmente, Zindell Brown fue imputado con el delito de posesión de marihuana o hashish, según reportó el diario británico The Daily Mail.