Por Gustavo González Godina
Aunque así comenzó la Segunda Guerra Mundial, con el ejército nazi de Adolf Hitler invadiendo a Polonia porque consideraba que su territorio era parte de Alemania y que le había sido arrebatado al terminar la Primera Guerra Mundial, Vladimir Putin sabe lo que está haciendo. Aunque el ejército ruso invadió ya Ucrania, no habrá una respuesta militar por parte de la OTAN. Se tragará Rusia a ese país vecino y no pasará nada, excepto las sanciones económicas, que ya las tenía previstas Putin, y las repercusiones en la economía de muchos países, incluyendo a México.
No habrá un enfrentamiento generalizado entre más países, ni más sangre que la de algunos ucranianos (los más) y otros rusos (los menos), lo cual no deja de ser una tragedia. Esto porque la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) no está obligada a intervenir porque Ucrania no forma parte de la misma, y porque además ya pasaron los mejores años de esa organización, que fueron los de la llamada Guerra Fría, cuando se estuvieron ladrando y amenazando de un lado la Unión Soviética y del otro Estados Unidos y la OTAN.
También el imperio norteamericano se desmorona (nada es para siempre), ya cualquiera le grita a Estados Unidos y sus soldados salen huyendo de cualquier guerra en que se meten: Corea, Vietnam, Irak, Afganistán… no ganan una desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se creó precisamente la OTAN como una organización que defendería a todos sus países integrantes contra la amenaza de la Unión Soviética. ¿Usted cree que van a ir a pelear a Ucrania?
Ucrania no pertenece a la OTAN. Quería pertenecer, desde el 2013 cuando una mayoría nacionalista que vive en la capital Kiev y en el occidente del país, derrocó al presidente pro-ruso Víktor Yanukóvich. A partir de esa acción surgieron las corrientes pro-rusas separatistas en las provincias de Crimea, Donetsk y Luganskel al oriente del país, lo que desembocó en una incursión militar rusa en la península de Crimea, donde con la presencia de las tropas rusas en 2014 se organizó un referéndum y la mayoría aprobó separarse de Ucrania y pertenecer a Rusia.
Desde entonces están en guerra Ucrania y Rusia, la guerra no comenzó esta semana. Esta semana se agravó porque las otras dos provincias, Donetsk y Luganskel decidieron también independizarse y declararse repúblicas populares, y Vladimir Putin, que siente nostalgia del poderío de la Unión Soviética (fue un oficial del servicio secreto, la temida KGB) y quisiera que Rusia volviera a tener el control de todos los países que pertenecían a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) que se desintegró en 1991, dijo de aquí soy, reconoció como países independientes a Donetsk y Luganskel e invadió a Ucrania para quedarse no sólo con esas dos provincias y con la península de Crimea que ya tenía, sino con todo el país.
Ni los países de la Unión Europea se pueden poner de acuerdo acerca de las sanciones que le impondrán a Rusia; tampoco Estados Unidos está dispuesto a enviar tropas a Ucrania, Joe Biden es un presidente débil y cobarde, del que se burla Donald Trump que alaba a Putin diciendo que lo mismo debería hacer Estados Unidos con el norte de México. Así que no va a pasar nada, a menos que Putin enloqueciera e invadiera también a su vecino Finlandia y luego a Suecia, que tampoco pertenecen a la OTAN. Como enloqueció Hitler que después de invadir Polonia hizo lo mismo con otros países hasta invadir Francia. Si ocurriera, entonces sí habría de qué preocuparse.