• Ya no se podía mover la niña, no tenía remedio
“La Virgen de San Juan es un venero de milagros”, así lo señaló el sacerdote Heriberto García, vocero de la Basílica de la San Juan de Los lagos, y no podría tener más razón. Abigail Campos Márquez y su milagrosa recuperación, después de haber estado en contacto con la Virgen, ha sido el caso más reciente y más sonado en San Juan y ahora en todo el País.
Abigail, una pequeña de 4 años de edad, era un niña sonriente y llena de vida que jugaba con sus hermanos como cualquier otra niña de su edad, sin embargo hace dos meses y medio su vida cambió, comenzó con intensos lapsos de fiebre que la llevaron a convulsionar y posteriormente a un hospital de Aguascalientes.
Los médicos no podían dar con el mal que aquejaba a la niña y que la tenía sin poder moverse, pero luego de 30 días de estar internada y de un entrar y salir de varios especialistas, el diagnóstico fue doloroso para los padres, “Encefalitis autoinmune”, una enfermedad que la tendría postrada en cama, conectada y con cuidados intensivos, como el de aspiración de secreciones cada 5 minutos para no tener una mayor complicación.
“Todos los especialistas, todos llegaron a la misma conclusión, que teníamos que tener mucha aceptación porque el daño había sido en el tallo del cerebro” señalo Juan Francisco, padre de Abigail a un medio de comunicación.
Pero su madre, preocupada y con el dolor de ver a su hija postrada en cama, nunca perdió la fe, todo el tiempo encomendó a la niña a la Virgen de San Juan, incluso en el cuarto del hospital se podía ver una imagen de la Virgen colgada en lo alto de la cabecera, “Yo tenía mucho miedo pero mucha fe, se la encomendaba mucho a la Virgen y decía, Madre mía, tú eres nuestra patrona de mi pueblo, tú me la vas a sanar y yo siempre le hablaba con esa esperanza de que mi niña iba a estar bien e iba a ser la misma” señaló Adriana, la madre de la menor.
Luego de 30 días de hospitalización y de haber sido mandada a casa con los cuidados médicos requeridos, la familia de Abigail fue invitada a la ceremonia del cambio de vestido y manto de la Virgen de San Juan que se lleva a cabo en abril con motivo de las fiestas de mayo, mes de la Virgen.
Fue así que el 7 de abril, Abigail, acompañada de sus padres, su abuela paterna, acudieron al recinto donde se realizaba la ceremonia, ahí, el obispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe, se acercó con la Virgen y la puso encima de la pequeña, la madre de Abigal, llevó la mano de Abigail hacia el manto de la Virgen, la niña estuvo en contacto por algunos segundos, viéndola fijamente a los ojos, era lo único que podía mover, cuando la Virgen le es retirada, Abigail se quede inerte, en la misma posición ya que su enfermedad no le permitía mover ninguna otra parte de cuerpo.
Sin embargo, la historia cambió después de la visita a la Basílica, minutos después, una vez terminada la ceremonia, la familia se dirigió a su carro y al descubrirla de un poco de su ropa porque estaba muy acalorada, Abigail lucía una sonrisa de oreja a oreja, algo que no podía hacer desde hacía varios meses, también comenzó a dejar de necesitar la aspiración cada 5 minutos, de un momento a otro no hubo necesidad de hacerle algo, “La niña quedó en un relajamiento, en una tranquilidad que no le habíamos visto” señaló el padre.
La historia se Abigail se dio a conocer un día después de la visita a la Virgen, su padre había grabado la visita pero las imágenes que sacudieron los corazones de los fieles, fue lo que grabó un día después, la pequeña, quien un día anterior solo podía mover los ojos, ahora se levantaba por su propio pie y deteniéndose entre los barrotes de su corralito, se movía de un lado a otro, sonriendo, sí, aún con dificultad, como lo hacen un pequeño que comienza a aprender a caminar, pero su semblante, sus movimientos habían regresado milagrosamente.
Ahora Abigail es otra, después de poco más de un mes de su encuentro con la Virgen, la niña camina y mejora rápidamente, pedalea su bicicleta y juega con sus hermanos, algo que los médicos habían dicho no sabían cuándo podría volver a pasar.
“Los milagros de la Virgen suceden todo el tiempo, también en el recinto, después de 1623, cuando ocurre el primer milagro y resucita a una niña, de ahí para adelante ha sido un venero de milagros que no podemos contarlos con una precisión como el que ha sucedido ahora con Abigail”, declaró un muy feliz Heriberto García, sacerdote vocero de la Basílica.
Dato extra
Los cambios del vestido de la Virgen se hacen 4 veces al año, en enero para la Fiesta de la Candelaria, en abril para las fiestas del mes de mayo, en julio para la fiesta del 15 de agosto día de la Asunción, y en noviembre para la fiesta del 8 de diciembre. El manto es hecho con mucho detalle en Sevilla, España y en esta ceremonia del cambio el Obispo bendice a las personas que están en el lugar.
