• Es una construcción del Siglo XVIII que estaba enterrada
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez inauguró este jueves el Puente de las Damas, una joya arquitectónica construida en el siglo 18 y descubierta en 2016 debajo de la calle Colón, esquina con avenida La Paz, en el corazón de Mexicaltzingo, uno de los barrios fundacionales de Guadalajara.
La SIOP, en coordinación con el INAH, se encargó de liberar los últimos dos arcos de los cinco que constituyen esta histórica estructura, impulsada por Fray Antonio Alcalde y que unía a la Guadalajara hispana con la indígena. Este monumento histórico, enterrado en la década de 1930 por necesidades de urbanización, fue descubierta en 2016 en las profundidades del barrio de Mexicaltzingo
Durante siglos permaneció bajo tierra debido al crecimiento de la urbe, pero ahora será una parada obligatoria para locales y turistas, ya que es un símbolo de unión de las clases sociales en la antigua Guadalajara.
“Es un esfuerzo presupuestal que significaron los 6 millones de pesos invertidos en este proyecto que terminó de descubrir los arcos que faltaban y terminó la obra civil para el museo de sitio; ahora tenemos que trabajar con el INAH para poder enriquecerlo, para hacer una museografía más sólida, tenemos que trabajar hacia adelante. No cortamos listones en este gobierno, lo que hacemos es terminar una etapa y seguir ya con el siguiente paso”, indicó el Gobernador.
Restauración de muros, conformación de escaleras, remoción de residuos, restauración de la estructura con materiales de la zona, maquetas, colocación de la estatua de la dama sentada en una banca, emulando a una mujer del Siglo XVIII, obra del artista Rodo Padilla, desazolve y canalización de la línea de drenaje, instalaciones eléctricas, excavación de zapatas e instalación de cédulas museográficas y mamparas son las acciones que se llevaron a cabo en los últimos meses.
El Puente de las Damas, ubicado en Colón 576 en Guadalajara, a media cuadra de avenida La Paz ya puede recibir al público de martes a domingo en un horario de las 09:00 a las 18:00 horas, sin embargo se seguirán realizando trabajos en el sitio como la construcción de baños y el equipamiento para que luzca como Museo de los Puentes.
La leyenda se convirtió en realidad
En el barrio de Mexicaltzingo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, se creía que solo era una leyenda la existencia de un puente nombrado el Puente de las Damas, hasta que en el 2016, durante unas obras de mejoramiento urbano que se llevaban a cabo en el mencionado barrio se confirmó su existencia. Ese mismo año, la administración estatal anterior trabajó en la liberación de tres de los cinco arcos que integran esa estructura que fue el cauce del arroyo del Arenal y desembocaba en el río San Juan de Dios.
La ciudad de Guadalajara contaba con barrancas y pequeños arroyos, los cuales en temporada de lluvias provocaban una división entre San Juan de Dios y el resto de la ciudad. Ello provocaba que las actividades comerciales y sociales se vieran interrumpidas cuando las lluvias descendían y desbordaban los ríos El Arenal y San Juan de Dios.
Debido a ello, a finales del siglo XVIII se construyeron puentes con estilo colonial para comunicar las dos zonas más pobladas de Guadalajara. De dicha época es que data el conocido Puente de las Damas.
De acuerdo con la historia popular, un grupo de damas católicas fueron las benefactoras de la construcción del puente. Dichas mujeres tenían por mentor espiritual a Fray Antonio Alcalde y acudían con constancia a venerar al Cristo del lado sur de la ciudad, ya que se presumía era muy milagroso. Para poder cumplir con sus votos sin interrupción, las mujeres mandaron a construir el puente.
Durante el resto del Virreinato, y aún tras la Independencia de México, el puente fue de gran utilidad. La edificación medía 12 metros de ancho por 50 de largo y era indispensable para la ciudad de Guadalajara. El Puente de las Damas se convirtió en una solución para comunicar ambos extremos de la ciudad sin importar si había lluvias o no.
Durante el siglo XIX, la ciudad comenzó a crecer de forma acelerada, con lo cual las barrancas comenzaron a rellenarse para aprovechar los terrenos. El barrio de Mexicaltzingo no fue la excepción y el Puente de Damas quedó enterrado.