• O malintencionados, es para luego sembrar agave
No solo un tráiler con rastrojo se quemó esta semana, en Tepatitlán y Arandas hubo dos incendios más, aunque estos iniciados de manera intencional para quemar pastizales, que terminaron con un vehículo, un remolque y una caja seca inservibles debido a que fueron alcanzados por el fuego. Además, el cerro de Picachos arde desde hace varios días a pesar de la lucha de los bomberos por extinguir el fuego.
Las quemas agrícolas, incendios de pastizales y malezas siguen siendo el dolor de cabeza de los bomberos y de los habitantes que sufren la contaminación provocada por las quemas.
En Tepatitlán, bomberos y brigadistas se trasladaron al rancho del bajío de Plasencia donde a causa de un incendio en un pastizal, el fuego terminó por llegar y afectar una bodega donde se almacenaba rastrojo y un vehículo.
Se procedió a su control y sofocamiento, sin embargo, el daño ya estaba hecho y las pérdidas materiales fueron cuantiosas.
Mientras tanto en Arandas las cosas no cambian, cada semana se registra un incendio que deja estragos a su paso, en esta ocasión el fuego fue en una maleza sobre la calle Luna Cuellar y Agustín Yañez, y dejó dañada una caja seca de vehículo y un remolque que se encontraban en el lugar.
Y mientras tanto también arde el cerro de Picachos
Si de incendios hablamos, otro tiene lugar desde el martes por la tarde en el cerro de Picachos, el cual se extiende desde Tepatitlán a San Ignacio, incendio que fue reportado por los habitantes desde el martes, y si bien los bomberos lo mantenían controlado, este jueves al parecer intencionalmente incendiaron otra parte del cerro, ahora del lado de San Ignacio.“Desde las 9 de la mañana del martes está prendido el cerro, se podía ver desde la carretera a San José de Gracia, pero a estas alturas ya se puede ver desde distintos puntos de la región”, señalaba una de los habitantes de San José.Y es que la fumarola que se proyectaba la tarde del jueves era de grandes dimensiones, 28 personas entre brigadistas y elementos de Protección Civil de Tepatitlán trabajaban en el lugar para tratar de sofocarlo en conjunto con los de San Ignacio, sin embargo, hasta el cierre de edición y luego de 130 hectáreas consumidas, el fuego seguía dando una batalla dura contra los tragafuegos, que no podían terminar por completo el fuego en una zona cuando en otro lado ya les habían iniciado otro.Los incendios que continúan y sospechosamente ocurren en los cerros podrían estar relacionados con la plantación ilegal de agave, no son tequileros quienes los inician, sino campesinos que desconocen que el uso de suelo de las tierras no puede ser modificado para la siembra de esta planta, característica de Jalisco.Desmontar el terreno y hacer quemas que terminan saliéndose de control por el calor y el aire, generan incendios que consumen miles de hectáreas de encinos y robles en los cerros y que meses después, terminan viéndose con alineadas y perfectamente ordenadas plantas de agave.
