Por Gustavo González Godina
El martes de la semana pasada me di cuenta, por casualidad, de que había un encuentro de la organización llamada Sociedad Civil México (en Twitter @SocCivilMx), en el que participaba, entre otros, Luis Carlos Ugalde (@LCUgalde), presidente en su tiempo del entonces Instituto Federal Electoral. Lo invitaron para que diera su opinión acerca de la consulta para la Revocación de Mandato, y su exposición me sacó de una duda: Si conviene o no acudir a las urnas para votar acerca de si se va o se queda Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia.
La duda era porque no pocas personas tienen la esperanza, aún, de que el 10 de abril tendrán la oportunidad de sacar a AMLO de la Presidencia de la República. Si como quiera se va a llevar a cabo la consulta -llegué a pensar-, entonces quizás lo mejor sería acudir todos para votar porque le sea revocado el mandato. Pero no, Luis Carlos Ugalde en su exposición me convenció de que no hay manera de sacar de la Presidencia a López Obrador, y de que en el remoto caso, muy remoto caso, de que se pudiera lograr, la situación se pondría peor para el país.
En pocas palabras Ugalde dijo lo mismo que el payaso Brozo, sólo que con seriedad y con una serie de argumentos. El Payaso Tenebroso dijo más o menos: ¿para qué ir a votar?, si participa mucha gente y gana la opción de que se quede, el Presidente gana; si participa poca gente y gana la opción de revocarle el mandato, el Presidente gana porque el resultado no sería vinculatorio (por la poca gente); si va mucha gente y gana la opción de que siga, el Presidente gana; y si va mucha gente y gana la opción de que se le debe revocar el mandato, igual el presidente gana, porque la ley no se puede aplicar en forma retroactiva. Es decir, la Reforma Constitucional para la Revocación de Mandato se aprobó después de que López Obrador había sido elegido como Presidente, no se le puede aplicar esta ley, se les podrá aplicar a los gobernantes que sean electos después de la Reforma, a los que siguen, pero no al actual. Y este resultado, de si participa mucha gente y gana la opción de que se vaya, le servirá al Presidente para culpar al INE e insistir en desaparecerlo, es decir le servirá para sus planes de destruir la democracia en México.
¿Vale pues la pena participar en la consulta?, según la explicación de Brozo el payaso, AMLO gana de todas maneras, sean muchos o sean pocos los participantes, gane la opción del SI o la del NO a la Revocación de Mandato. Esa era la intención del Presidente y de su partido Morena, por eso fueron sólo ellos quienes promovieron la Consulta, que será sólo una farsa para que el presidente López Obrador pueda presumir que su pueblo bueno lo ama.
Luis Carlos Ugalde da más explicaciones: “¿Se imagina usted -pregunta-, que el día 10 de abril en la noche sale el INE a decir que participaron tantos millones de personas, y que la mayoría votó porque le sea revocado el mandato al Presidente, y que ese mismo día más noche o al día siguiente, salga López Obrador a decir que ni modo, que el pueblo ya no lo quiere en la presidencia y que se va? ¿Cuándo en su vida ha aceptado López Obrador un resultado electoral adverso? ¡Nunca!, ¡jamás!, ni lo ha hecho ni lo va a hacer, Él sólo acepta cuando le favorece. En este caso si participaran los millones de mexicanos necesarios para darle validez a la consulta, y la mayoría dijera que se vaya, lo primero que va a hacer será alegar que hubo fraude, le va a echar la culpa al INE diciendo que debe desaparecer, y en el último de los casos alegará que no se le puede aplicar una ley en forma retroactiva y que no se va”. ¡Tengan para que aprendan! No hay pues ninguna posibilidad de sacarlo del poder hasta que termine su mandato.
Otra más: en el muy remoto caso de que ocurriera un milagro y López Obrador aceptara dejar la Presidencia, ¿quién se va a quedar en su lugar?, de momento el secretario de Gobernación Adán Augusto López, en lo que la Cámara de diputados vota, por mayoría simple (que la tiene Morena), quién va a ocupar el cargo de presidente en lo que resta del periodo sexenal. ¿A quién se imagina usted que van a escoger los diputados de Morena?, sin duda a alguien más radical aún que el propio López Obrador, no sólo para continuar con el proyecto de la Cuarta Transformación, sino para acelerarlo y llevar ésta más allá, a los excesos, expropiaciones, encarcelamientos y asesinatos de opositores, la situación para el país se pondría peor con un nuevo gobernante, un comunista más fanático y radical que el actual.
Resumiendo: si van pocos a votar y lo hacen mayoritariamente en favor de que siga el Presidente, gana López Obrador; si van pocos a votar y la mayor parte de éstos vota porque se vaya, gana López Obrador; si van muchos a votar y la mayoría dice que se quede, gana López Obrador; y si van muchos a votar y los más dicen que se vaya, gana López Obrador. ¿Entonces qué sentido tiene acudir a las urnas el 10 de abril para la consulta sobre la Revocación de Mandato? Sería sólo vernos la cara, agarrarnos de pendejos, AMLO no se va a ir por su voluntad. “Mejor -dice Luis Carlos Ugalde y creo que tiene razón- que vaya a votar sólo su gente, los de Morena, y de paso vemos si tiene más o menos votos de los que consiguió en el 2018. Yo estoy seguro de que serán muchos menos, y cualquier cifra de votos inferior a los 30 millones que obtuvo cuando lo eligieron presidente, será una derrota para Andrés Manuel López Obrador, ¿Dónde quedaron los demás?, si obtiene, digamos, doce millones de votos, ¿qué se hicieron los otros 18 millones? Los perdió, será una cruel derrota. Lo mejor es ignorar la consulta”.