• Pasan miles de motolocos y rzr y dañan el ecosistema
Mural.- El tradicional Vallartazo, en el que miles de personas de todo el Estado se trasladan en vehículos tipo racer, motocicletas de motocross, cuatrimotos, jeeps y demás a Puerto Vallarta, ha generado incomodidad entre ejidatarios y propietarios de predios en distintos municipios de la Sierra Occidental, como San Sebastián del Oeste y Mascota, y han solicitado que se regule esta actividad.
En una misiva firmada por ejidatarios y propietarios de predios en distintos municipios, en la cual piden a las autoridades estatales y a la Secretaría de Turismo regular la actividad y mitigar los impactos, señalan que este evento crea contaminación atmosférica, sonora, devastación de flora, fauna y caminos, así como accidentes viales, por decir algunos de los impactos negativos de la caravana de vehículos todo terreno, denominada Vallartazo, que comienza en Guadalajara y termina en Puerto Vallarta.
“Durante los meses de septiembre y octubre atraviesan estas brechas alrededor de cinco mil vehículos tipo racer o motocicletas de motocross, cuatrimotos y jeeps, vehículos modificados para este tipo de terrenos, el problema está en que cada vez son más y ahora en un solo día llegan a pasar alrededor de 500 vehículos”, relata Mónica Rivas, bióloga habitante de San Sebastián del Oeste.
“Las personas vienen alcoholizadas, todas traen su música, están contaminando de muchas maneras el ecosistema. Estas brechas pasan por uno de los ecosistemas más amenazados a nivel nacional, que es el bosque mesófilo de montaña, existen manchones pequeños y justo esta brecha pasa por estos ecosistemas”.
Rivas señaló que otro de los problemas graves es la afectación a la flora y fauna. Gracias a cámaras trampa han observado que en épocas donde no existe dicha afluencia de vehículos fluye gran cantidad de mamíferos, pero con el ruido de los motores y el paso por las brechas, los ahuyentan e incluso atropellan.
“Puma, jaguar, tigrillo, todos estos animales hemos visto que se retiran durante estos meses por tanto ruido, el resto del año estamos hablando que estos animales viven de manera constante en los bosques cercanos”, explicó.
Ante esta situación, los habitantes de la zona afectada piden a la Secretaría de Turismo que se regule esta actividad, la cantidad de autos, se restauren los caminos, los daños a propiedad privada y se evalúe el impacto ambiental con miras a evitarlo y reparar los daños.