Por Gustavo González Godina
No todo anda mal en la administración municipal de Tepatitlán. Por eso aclaramos hace una semana en el encabezado de esta columna, que ALGO anda mal en Tepa, no todo. Bueno pues hoy la cabeza dice lo contrario: Algo anda bien en Tepa. No por el mismo rumbo que criticamos la semana anterior, Obras Públicas sigue fallando y molestando, por lo tanto, a la ciudadanía.
Y a propósito de criticar y de molestar (criticar nosotros, molestarse otros) le cuento, lector, que el pasado fin de semana en la boda de mi hija Fabiola y David su novio, en la que nos divertimos como enanos, me encontré primero, la noche del sábado, a algunos funcionarios municipales (que ni conocía yo) con los que platicamos, de qué cree usted…
Uno de ellos, al enterarse de a qué me dedicaba yo (aparte de no hacer nada, ya trabajé demasiado), lo primero que me dijo fue: “Oiga don Gustavo, hoy cuando desperté amaneció usted en todos mis grupos de WhatsApp”. ¡Ah chingao! ¿y por qué?, “pues porque mucha gente en el ayuntamiento piensa lo mismo que usted, que algo anda mal, el único que parece no darse cuenta de eso es nuestro amigo el Presidente”.
Y la plática siguió por el mismo rumbo, Coincidimos en que si no se atiende esta percepción que tienen muchos o algunos de los gobernados, no será difícil que vuelva Movimiento Ciudadano al poder municipal. Sobre todo -le dije al funcionario panista- si se decide a buscar la Presidencia otra vez el doctor Hugo Bravo (quien por cierto también llegó a la boda). “Y sí -coincidió conmigo mi nuevo amigo-, la gente no se fija mucho, más bien poco o nada, en lo que se hace bien, sólo nota lo que se hace mal; y además como dijo usted en la publicación, no se fijan en que el que falla es tal o cual funcionario, la opinión de la ciudadanía es que el alcalde no sirvió para nada y termina castigando a su partido. Si seguimos como hasta ahora júrelo que regresa MC, y más si se anima el doctor Hugo Bravo a competir”.
Bueno, eso fue el sábado por la noche. El domingo por la tarde en el rancho de Chava, el marido de mi hija Gabriela, después de comer me presentaron a un joven, no tan joven, que me preguntó “Ah ¿usted es el escritor? (pensé: éste a cualquiera que escriba algo le llama escritor), ¿qué fue lo que escribió acerca del ayuntamiento?” Pues -le expliqué- acerca de la falta de sentido común en algunas dependencias como Obras Públicas, que hacen lo que no deben, lo que no hace falta, y dejan de hacer lo que deberían.
No me esperaba su respuesta. Me dijo: “Pues mire, mi tía es la jefa de planeación en Obras Públicas y mi prima también trabaja ahí, pero yo estoy de acuerdo con usted, siga diciendo lo que tiene que decir a ver si así entienden las autoridades, aunque se enojen, aunque no les guste, es cierto que ninguna falta hacía agrandar la glorieta de Las Colonias, ni hace falta ampliar el Parque de los Maestros, habiendo tantas necesidades urgentes que atender”.
Pero bueno, esas fueron algunas reacciones, que me llamaron la atención por de quienes venían. Aterrizando en el encabezado de hoy, un día antes de que se publicara en el periódico la columna anterior, me envió un mensaje el director del Alumbrado Público Jaime Rodríguez, de quien ya dije es una persona muy sensible, servicial, muy atento, excelente servidor público, informándome que ese día estaban trabajando ya (su dependencia) en el cableado para iluminar el tramo del Camino a Santa Bárbara, que ya habían puesto algunas lámparas y que el plan era colocar las que hicieran falta hasta unir ese alumbrado público con el de las lámparas que ya existen más adelante sobre un camellón que dejaron cuando se pavimentó con concreto hidráulico parte de ese transitado camino.
Y sí, poco después me fijé y efectivamente ya habían colocado cinco o seis lámparas en lo que ahora es una boca de lobo y que pronto dejará de serlo. Cómo no hubiera más funcionarios públicos como Jaime Rodríguez -pensé-, que se dedica a servir y no a servirse del cargo. Gracias Jaime, mi reconocimiento, respeto y admiración por tu labor en Alumbrado Público, un acierto de Miguel Ángel Esquivias al haberte invitado a colaborar con Él en lo que mejor sabes hacer.
Así que algo anda bien en el ayuntamiento de Tepa. En la colonia donde vivo hay un parque de regular tamaño, más bien grande, que usan mucho los niños y jóvenes de la colonia, que está bien iluminado pero que estaba lleno de basura, porque aún nos falta educación y cultura para evitarlo. Bueno pues hace unos días, como salgo diario a caminar por las tardes, al pasar por ahí vi a un grupo de cinco hombres que recogían diligentemente toda la basura del parque, lo dejaron reluciente, como nuevo (y no es la primera vez que lo hacen). Tanta fue la satisfacción que me causó esta actitud, que me dio vergüenza y al llegar yo más adelante, donde hay una glorieta que también estaba llena de basura, me puse a recogerla, a embolsarla, dejé la bolsa donde había otras que más tarde recogería el camión del Aseo Público, y quedó la glorieta limpia.
Supongo yo que esos cinco hombres que limpiaron esa área, trabajan para la Dirección de Parques y Jardines, que en el trienio anterior no sirvió para nada, pero que en éste parece que ya lograron echarla a andar. No creo que fueran del Aseo Público, porque ésa no es su labor, lo suyo es recoger los desechos de las casas, lo cual por cierto también ha mejorado, después de tantas fallas que tuvieron al iniciar el trienio.
Por eso digo que algo anda bien en Tepa, no todo son fallas, éstas siguen, pero en Obras Públicas, que en Las Colonias dejó un tiradero en la Glorieta, y que no arranca aún con su despropósito de partirle la madre a la vialidad en la Manuel Doblado al ampliar el Parque de los Maestros. En fin.