Por Gustavo González Godina
Digan lo que digan las encuestas, que siempre dicen lo que el que las ordena y las paga quiere que digan, porque las casas encuestadoras no son hermanas de la caridad y no viven de eso, de la caridad de gente de buena voluntad, son empresas y éstas viven de lo que fabrican y venden, en este caso fabrican y venden encuestas, un trabajo que ofrecen al mejor postor, como todo lo que fabrican y venden la industria y el comercio.
Digan lo que digan las encuestas -repito-, yo apuesto con quien se atreva a hacerlo, que Morena va a perder contra el PAN en la Ciudad de México, contra el PRI en Veracruz y contra Movimiento Ciudadano en Jalisco. Y si a esos tres estados le agregamos Coahuila donde ya perdió Morena la gubernatura hace poco; Nuevo León donde se supone que los votos van a ser para MC que gobierna, Tamaulipas que está tan agraviado por el crimen organizado, Morelos tan pésimamente gobernado por Cuauhtémoc Blanco, Yucatán donde el gobernador panista está catalogado como el mejor de todo el país y algunas otras entidades agraviadas también por la 4-T, ¿cómo va a ganar Claudia Sheinbaum la Presidencia de la República?, ¿con los votos del Estado de México, Tabasco, Chiapas y Oaxaca?, ¿le alcanzarán para el triunfo?
Ya hace unos días el connotado columnista Raymundo Riva Palacio, de El Financiero, se preguntaba en su columna llamada Estrictamente Personal, si la Ciudad de México y el Estado de Veracruz serían derrotas para Morena. Bueno, desde esta modesta tribuna yo le contesto que sí y le agrego una derrota segura más, la de Jalisco, y muy posiblemente las que mencioné en el párrafo anterior.
Ahora -insisto- una cosa es que pierdan la elección presidencial Claudia Sheinbaum, su partido Morena y el jefe de ambos Andrés Manuel López Obrador, y muy otra que éste acepte la derrota, nunca ha aceptado una y no va a empezar ahora que tiene todo el poder para hacer lo que quiera con tal de retenerlo.
¿Qué puede hacer López Obrador para no entregar el poder si pierde su partido? Muchas cosas, desde lo que ya ha venido preparando durante los últimos meses, violar la ley electoral un día sí y otro también sin que el INE ni el Tribunal Electoral le puedan impedir inmiscuirse en la campaña política en favor de su candidata, con el fin de esperar que la oposición impugne el resultado electoral y que el Tribunal anule la elección, de esta manera Él seguiría gobernando.
Puede también y ya amenazó con hacerlo, provocar disturbios y caos el día de la elección, utilizando para ello a sus jóvenes sembrando futuro y a sus becados, para decir que gracias al desmadre que se va a armar, no hay condiciones para celebrar elecciones y suspenderlas, o pedirle al Congreso que las anule si ya se llevaron a cabo en medio del caos. De esta manera igual Él seguiría gobernando.
Puede además y de hecho ya lo está haciendo, apoyarse en las bandas criminales de narcotraficantes que le deben favores (se los deben mutuamente), para que desborden la violencia que ya están ejerciendo y asesinen a candidatos y jefes policiacos en todo el país, con el fin de aterrorizar a la población y orillar a ésta a que no salga a votar el 2 de junio. El abstencionismo le daría el triunfo.
Y ya si las cosas se complican aún más, al Presidente le caería de perlas, como anillo al dedo, que algún grupo del crimen organizado asesinara a cualquiera de las dos candidatas, a Claudia Sheinbaum o a Xóchitl Gálvez, espero que no le pase nada a ninguna de las dos, pero es muy preocupante que estén asesinando a candidatos de todos los partidos en todo el país, así que no me sorprendería que se recurriera al extremo del magnicidio para que no hubiera elección presidencial.
No sé -no lo encuentro en la ley- cuándo es la fecha límite para reemplazar en las boletas electorales el nombre de un candidato (en este caso candidata), Si lo tuviera que hacer Morena al faltar Claudia que no garantiza el triunfo, pues ahí están Marcelo Ebrard, Adán Augusto y hasta el famoso Andy, por qué no; si le tocara la de malas a Xóchitl Gálvez ahí está Germán Martínez, Enrique de la Madrid y algún otro. Y si ya no permite la ley el reemplazo de un candidato, pues ni modo, su suspende la elección presidencial y el viejito mañoso seguiría en la Presidencia.
¿Le parece descabellado todo esto? Si le parece descabellado es que no conoce aún bien a don Andrés Manuel López Obrador, y que ya olvidó el asesinato de Luis Donaldo Colosio. En este país y en estos momentos todo puede suceder, incluso que la candidata oficial se enferme de gravedad, con una intoxicación de plomo por ejemplo, que no le deseo y pido por su buena salud aunque no me caiga bien; o que la candidata de la oposición gane la elección y sea la próxima presidenta, si no la matan antes, claro.
Que la boca se me haga saxofón. ¡No más sangre en este país! que tanto ha sufrido en el último sexenio. Pido a Dios, mi Creador, que tengamos una elección en paz y tranquilidad. ¡Conviértete AMLO!, termina bien tu aventura por lo que más quieras, por Jesús Ernesto tal vez, déjanos vivir en paz y descansa ya en tu rancho de la chinga que te has llevado. Por favor…