Con 432 votos a favor, los diputados aprobaron la reforma contra el nepotismo y la reelección electoral, informó el diputado federal por el tercer Distrito Mario Iñiguez, manifestando que es el primer paso para eliminar estas prácticas, sin embargo, sabemos que para el gobierno en el poder será una simple simulación protegiendo a las familias que por años se benefician al solo cambiar en los puestos a familiares y amigos.
Fue el martes 4 de marzo que en la Cámara de Diputados, el dictamen con proyecto de decreto que reforma y adicion a los artículos 55, 59, 82, 115, 116 y 122 de la Constitución Política, para prohibir la reelección consecutiva y el nepotismo electoral. La reforma, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, fue aprobada en lo general y lo particular, con mayoría calificada, al obtener 432 votos a favor, 28 en contra y cuatro abstenciones, y se turnó a las legislaturas de los estados y de la Ciudad de México para sus efectos constitucionales.
El Diputado alteño dijo que saben perfectamente que el nepotismo ha afectado a todos los institutos políticos en este país, por eso, desde acá hacemos los votos para que esta reforma sea el inicio para acabar con estas prácticas nefastas”, expresó.
¿Qué establece la reforma contra el nepotismo?
Esta reforma prohíbe la reelección inmediata para los cargos de diputaciones, senadurías, la presidencia de la República, gubernaturas, diputaciones locales, presidencias municipales, regidurías, sindicaturas, jefatura de gobierno, alcaldías y concejalías. Establece la constitucionalización del “nepotismo electoral”, y señala como requisito que las personas que busquen participar para un cargo de elección popular no tengan o hayan tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección, un vínculo de matrimonio o concubinato o unión de hecho, o de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta sin limitación de grado y en línea colateral hasta el cuarto grado o de afinidad hasta el segundo grado. Mientras tanto esta reforma será aplicable a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales, de 2030.