De nueva cuenta nos encontramos amigos lectores, con el gusto de expresarles mi sentir a través de esta columna de Cosas de la Política, y les recuerdo mi correo electrónico para todos sus comentarios y sugerencias: jorgegerardotorres@hotmail.com
En esta ocasión les trataré el tema: Maestro Jaime Pozo Galán, y quiero hablarles sobre de él porque me toco tratarlo y era una excelente persona, un buen esposo, un buen padre, un buen hijo, un buen hermano y sobre todo un buen ser humano, caballeroso, educado, respetuoso y un gran amigo.
El jueves 24 de marzo me encontraba descansando en mi casa, después de mis sagrados alimentos, viendo un rato la televisión, y siendo aproximadamente las 4 de la tarde mi esposa entra intempestivamente a la habitación, ya que se encontraba en la planta baja de la casa, hablando por el celular con Yolanda Márquez, nuestra amiga de hace muchos años, y de pronto entra al cuarto y me dice: “Se murió Jaime”, me sorprendió la noticia, porque aunque sabía que estaba enfermo y hace unos dias había ido a visitarlo, consideré que Jaime iba a salir adelante de su enfermedad de los pulmones, por tanto me dio mucha tristeza, porque era un excelente amigo con el que se contaba incondicionalmente y cuando habíamos convivido en la casa, en fiestas que organizaba Marisa mi esposa, la habíamos pasado muy bien, teniendo como recuerdo un 12 de febrero de hace unos años, donde festejando mi cumpleaños y el de Él (ya que nacimos el mismo día, aunque en años diferentes), la pasamos muy bien, hicimos la fiesta con piñatas, molotes, música y llevé un mariachi, por lo que estuvimos cantando y rompiendo las piñatas, estando presentes varios amigos, primas y primos míos, Jaime estaba feliz y me dio gusto ver que la pasaron muy bien él y su esposa Estela, siendo este evento de mucha alegría y entusiasmo, pero también al evocar este agradable espacio de mi vida, me dio tristeza saber que este buen amigo había partido a su nueva morada y quise escribir algo de él como un homenaje a su memoria.
El ingeniero y maestro Jaime Armando Pozo Galán nació el 12 de febrero de 1956 en la ciudad de Acapulco, Guerrero, sus padres fueron: José Eduardo Pozo Agruel y su madre Luz María Galán Rodríguez, él era el hijo mayor y tuvo 2 hermanos más: Guadalupe Pozo Galán (quien murió un mes antes que Jaime) y el abogado Jorge Eduardo Pozo Galán, desde que eran muy chicos sus papás los trasladaban a diferentes partes de la Republica, ya que su papá era agente aduanal y lo trasladaban a diferentes lugares de México, por lo tanto estuvieron en la Paz, Baja California Sur, Ensenada, Sonora, Veracruz, Coahuila y finalmente Jalisco, específicamente Guadalajara. Sus estudios el Maestro Jaime los realizó: la primaria en Veracruz, la secundaria en varios estados y la preparatoria en Guadalajara, lo mismo que su carrera profesional, ya que estudió la de Ingeniero en Petroquímica en la Universidad de Guadalajara, fue un excelente estudiante y al terminar sus estudios profesionales le ofrecieron por parte de la Universidad que si quería ser de los maestros fundadores de la Preparatoria Regional de Lagos de Moreno, y lo escogieron por ser un alumno destacado y porque era muy paciente, y en muchas ocasiones lo vieron ayudando a sus compañeros, dándoles clases, para que pudieran entender mejor las materias, por lo que no se equivocaron y pronto se dieron cuenta de su gran potencial como maestro. Jaime aceptó irse a Lagos y ocupó diversos cargos en la Preparatoria como: Maestro de tiempo completo, Oficial Mayor, Secretario Académico, Delegado Sindical y finalmente como Delegado de los profesores jubilados de la Preparatoria Regional, desde 1979 hasta el 2022, todavía en la actualidad seguía siendo el representante de los jubilados de la U. de G.
En lo que se refiere a su vida familiar, el Ingeniero Jaime Pozo se casó en 1986 con su novia de toda la vida, Estela Andrade Sosa y desde muy jóvenes fueron novios, ya que incluso eran vecinos; ya casados tuvieron 2 hijos: Geraldine Pozo Andrade y José Armando Pozo Andrade. Geraldine nació en León, Guanajuato en 1988 y posteriormente José Armando en 1991 en la ciudad de Guadalajara.
El maestro Jaime Pozo Galán era muy estimado y estaba de tiempo completo en la Preparatoria Regional, dando también clases en el Instituto Laguense de la Salle y el CBTIS 262 de esta ciudad. Las materias que impartía a diferentes grupos eran: física, química, matemáticas y álgebra. Entre sus anécdotas me cuentan su esposa y sus hijos que sus alumnos de las diferentes escuelas de Lagos, siempre le llevaban serenata el Día del Maestro (15 de mayo), saliendo después él a recibirlos y se hacía un buen convivio en su casa. Sus hijos Geraldine y José también recuerdan que su papá era muy protector y detallista, recordando que cuando era el cumpleaños de uno de ellos les hacía letreros en computadora y se los ponía en el lugar donde se celebraba el evento, llevándoles también un rico pastel, siendo un padre que pensaba mucho en su familia y la mayor parte del tiempo libre que tenía lo pasaba con su esposa y sus hijos.
En lo que se refiere a su vida profesional, era muy ordenado y perfeccionista, le gustaba también estarse preparando continuamente.
En lo que se refiere a sus aficiones, le gustaba mucho practicar y ver el futbol, ocupaba el puesto de delantero y el equipo de sus amores era las chivas rayadas del Guadalajara, su música favorita era la de los Beatles y vio varias veces la película: Yesterday (2019), que contiene muchas canciones del famoso grupo musical.
Sus hijos Geraldine y José Armando me externaron que se sienten muy orgullosos de su padre, porque era un ser humano muy justo y educado, que los trató muy bien, e incluso era como tener un maestro en casa, ya que en sus tareas y en aspectos que no entendían de la escuela, siempre contaron con su apoyo y su paciencia, porque si no comprendían la materia él se las explicaba de una y otra manera, lo que les ayudó a sacar adelante sus carreras profesionales, Geraldine es licenciada en Mercadotecnia, egresada de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y José Armando de la carrera en Diseño Gráfico, egresado de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA).
La esposa del maestro Jaime Armando Pozo Galán, Estela Andrade Sosa se siente triste por la partida de su esposo al otro mundo, pero a la vez orgullosa de haber sido la pareja de un hombre bueno, caballeroso, sencillo y que siempre la trató muy bien, en todo lo que ella necesitaba Él siempre la apoyaba, incluso hasta en los arreglos de la casa, comenta ella que el maestro Jaime era muy ingenioso y sabia resolver las cosas, siendo que a pesar de sus múltiples ocupaciones, siempre tuvo tiempo para su familia.
Su hija Geraldine me comentó que su papá tenía una frase que le gustaba mucho y nos la compartió: “el hombre debe llevar lápiz y papel consigo siempre, para anotar las ideas repentinas, aquellas que se presentan sin buscar y son frecuentemente las más valiosas, y si no se recuerdan quizá no vuelvan a regresar”.
En general el ingeniero y maestro Jaime Pozo Galán fue una excelente persona y como tal siempre se le recordará, tanto por su familia como por sus alumnos y por supuesto por sus amigos que lo estimábamos y nos dolió a todos su partida a otra dimensión.
Descanse en paz el maestro Jaime y que Dios Nuestro Señor le dé a su familia la fortaleza y la paz, en estos difíciles momentos, de la partida de un ser humano con tanta fuerza y energía positiva.
Gracias amigo Jaime por tu amistad y tu fortaleza en los momentos difíciles.