San Julian, Jal.- Como pocas veces ocurrre, pero la Guardia Nacional agarró en infraganti a un sujeto que estaba medio escondido en una brecha con un par de botes llenos de gasolina la cual era arrojada a una dirección, al acercarse se dieron cuenta a dónde la estaba tirando, a un cuerpo del cual quería desaparecer todo rastro de él.
Fue el pasado 3 de junio, aproximadamente a las 14:40 horas, cuando elementos de la Guardia Nacional en su recorrido de inspección y vigilancia detectaron humo blanco en un brecha rumbo al Salto de Los Capulines, en la comunidad de Los Capulines, en el municipio de San Julián, como no es Roma, y aquí no se eligen Papas, se trasladaron a ese punto para revisar qué provocaba el humo.
Al llegar,descubrieron a Tomás J. cuando sostenía una cubeta de 19 litros de la cual estaba aventando un líquido a los restos de un cuerpo que se encontraba tirado en el piso, ya calcinado, es así que con las manos en la cubeta, los agentes lo detuvieron.
En la escena se encontraron restos óseos calcinados consistentes en huesos largos, cortos y planos de origen humano, así como unos aros aprehensores, un hacha y un cuchillo de cacería, ambos con mango al parecer de plástico, así como dos galones de gasolina de una capacidad aproximada de 19 y 50 litros, respectivamente, además de un tenis de tela tipo sport, en color azul cielo con una franja de color café claro.
Con los indicios asegurado se inició una carpeta de investigación la cual se judicializó y en esta semana el Juez de Control imputó al detenido, vinculándolo a proceso por delitos vinculados con la desaparición de personas y le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada durante un año.
El caso seguirá su curso, para determinar en este tiempo, la sentencia de Tomás, además de investigar, si este no tiene más desapariciones de cuerpos a su cuenta.