¡Otra!
María del Rosario Macías llevaba años buscando a su hija desaparecida, fue vista por última vez en el 2016 en Tlajomulco, sin embargo, este mes le avisaron que la joven fue localizada sin vida tres meses después de su desaparición, y su cuerpo lleva casi ocho años en el SEMEFO.
María Guadalupe Alcalá Macías, de 16 años de edad, desapareció el 24 de marzo de 2016, fue vista por última vez en el fraccionamiento Eucaliptos en Tlajomulco de Zúñiga.
Ocho años más tarde, el pasado martes 9 de julio, y tras unas pruebas tardías de ADN, el Semefo notificó a María del Rosario Alcalá que su hija María Guadalupe estuvo todos esos años en las instalaciones de la dependencia. La joven de 16 años había sido localizada sin vida en septiembre del 2016, con huellas de violencia, en un domicilio de Tlajomulco. Ese mismo mes fue ingresada a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), pero nunca se le notificó a la madre.
“Estaba el cuerpo completo, sí tenía golpes, desnutrición, la encontraron de cuerpo completo”, narró la angustiada madre.
María del Rosario admite que hubo dos factores que pudieron retrasar la identificación de su hija, por un lado, el miedo y desconocimiento que la obligó a interponer casi un año después la denuncia por desaparición ante la Fiscalía de Jalisco.
Por el otro lado, el SEMEFO se negó en 2016 a realizar la prueba de ADN a María del Rosario, protocolo que debe hacerse con familiares directos de personas desaparecidas para llevar a cabo confrontas genéticas con los cuerpos que ya están en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Ante estas dificultades, María entendió que si quería encontrar a su hija, debía hacerlo ella por su cuenta, difundió fotografías y después se unió al grupo de Madres Buscadoras de Jalisco, en donde también la apoyaron con difusión.
Su historia dio un giro hace cerca de un mes, por mensaje le avisaron que a disposición de la Fiscalía y los forenses estaba un cuerpo que coincidía con las características de su hija, esto basado en las fotografías de su ficha que había difundido.
Esa vez sí le tomaron una muestra de ADN y el martes le notificaron que la muestra había coincidido con el ADN de la persona fallecida sin identificar.
“Apenas el martes me dijeron que fuera porque había una probabilidad de que fuera mi hija y sí, sí es mi hija un 99.2% que sí”, comentó.
Al respecto, el gobierno del Estado comunicó este jueves que el cuerpo de la menor estuvo inhumado en el Panteón de Coyula, en Tonalá, a donde fue derivado por la anterior administración con fallas en su expediente básico, crucial para hacer la entrega a las familias.
Para hacer una identificación adecuada, el actual gobierno hizo la exhumación del cuerpo de María Guadalupe el 26 de mayo de 2022, casi seis años después de su ingreso a disposición de la Fiscalía.
“No fue hasta la exhumación de su cuerpo que se realizó el pasado 26 de mayo de 2022, que a través de técnicas especializadas se comenzaron a generar las condiciones adecuadas para una identificación fehaciente y científica”, detalló.
Por su parte, el colectivo reconoció la labor de María Guadalupe Alcalá, que no se detuvo en ocho años con la esperanza de volver a ver a su hija. “Seguiste luchando, fuiste una gran guerrera que no dejaste sola a tu hija. Luchaste hasta el fin para poder encontrarla. Chayito, tu hija estará orgullosa de ti porque no te rendiste y seguiste luchando hasta encontrarla”, escribieron.
De momento María del Rosario Alcalá no podrá darle sepultura a su hija, pues no cuenta con los recursos para hacerlo, razón por la cual acudió a la Comisión de Atención a Víctimas del Estado de Jalisco con la esperanza de que puedan brindarle algún apoyo económico. Proceso que, no obstante, podría demorar algunos meses.