+ Vecinos reclaman que veneros se secaron cuando construyeron la presa
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) deberá responder a los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo por qué se extinguieron algunos veneros de aguas termales tras la construcción de la presa de El Zapotillo, según indicaciones del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI).
A fines del pasado junio autoridades federales y estatales ofrecieron una disculpa pública a los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo por las afectaciones de que fueron objeto por la construcción de la presa El Zapotillo, principalmente por el estrés debido a la incertidumbre de si las poblaciones serían inundadas.
Luego de la modificación de la presa a la mitad de su capacidad para salvar a las tres poblaciones, la aplicación de un “Plan de Justicia” para los pobladores con restitución de propiedades y otros beneficios económicos, y el nombramiento de Temacapulín como “Pueblo Mágico”, activistas no se han conformado y exigieron disculpas públicas, que les fueron otorgadas en una ceremonia el pasado junio.
Ahí, tras los discursos oficiales, vecinos protestaron ahora por la extinción de veneros de aguas termales tras la construcción de la presa, uno de los atractivos de los balnearios de esta región, que constituyen un motor económico para la zona.
Ante esto, el INAI instruyó a CONAGUA dé a conocer el dictamen de las posibles afectaciones en manantiales de aguas termales por el proyecto de infraestructura en Temacapulín, ya que la dependencia de aguas no había respondido cabalmente los reclamos de los pobladores, explicando que no contaban con información al respecto.
Ante esto, Claudia Gómez Godoy, encargada de la obra de El Zapotillo, aseguró que se dará solución al requerimiento de información antes de la visita del presidente de la República para la inauguración de la presa, programada para el próximo 17 de agosto.