+ Su camioneta estaba debidamente estacionada en el mirador
Luego de que el cuerpo del sacerdote Isaías Ramírez González fuera localizado en las inmediaciones del Puente Fernando Espinoza, en Tonalá, el domingo 18 de agosto, la necropsia realizada al cadáver reveló que no presentaba huellas de violencia ni de agresión física, informó el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
El sacerdote, quien era originario de Arandas, Jalisco, pertenecía a la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, sin embargo, había pedido un permiso para estar en Guadalajara ya que quería visitar a sus familiares y atender a su madre que está enferma, además trascendió que se estaba tratando un problema en el corazón y psicológico, por lo que en su estancia temporal estaba asignado a una iglesia ubicada en la colonia Jardín de los Poetas en la ciudad metropolitana.
Fue reportado como desaparecido el pasado jueves 15 de agosto, al día siguiente, el 16, la Comisaría y la Unidad de Protección Civil y Bomberos de Zapotlanejo localizaron su camioneta sin huellas de violencia en el puente Fernando Espinoza o San Fernando en el km 10 sobre la autopista Zapotlanejo-Guadalajara, a escasos 10 metros del barranco. El vehículo se encontraba debidamente estacionado en un mirador ubicado en el puente, por lo que las autoridades no dudaron en realizar trabajos de búsqueda en este punto.
Durante la tarde del domingo, personal de la Fiscalía del Área de Desaparecidos solicitó el apoyo de elementos de Protección Civil del Estado para realizar la extracción de un cadáver localizado a poco más de 70 metros de profundidad en una barranca ubicada a la altura del kilómetro 10 de la autopista que va de Guadalajara a Zapotlanejo.
A pesar de que todo apuntaba a que se trataban de los restos del padre Isaías Ramírez González, no fue hasta que su hermano lo identificó que se dio por confirmada la identidad del cuerpo.
Tras realizar la necropsia, el instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) determinó que la causa de muerte de Ramírez González fue una contusión profunda en tórax y abdomen, al respecto las autoridades señalaron que no se encontraron huellas de una agresión o violencia, según los datos preliminares.
Las exequias del sacerdote fueron llevadas a cabo el pasado miércoles en el templo de San José Obrero en Arandas, municipio de donde era orginario.