• Aquí el narco asalta, secuestra, desaparece y ataca policías
En el “Triángulo del terror” que comprende Tepatitlán, Lagos de Moreno y Colotlán, en los Altos de Jalisco y los límites con Aguascalientes, el crimen manda: secuestra, desaparece personas, ataca a policías, asalta a transportistas, realiza tiroteos y narcobloqueos, y halconea las carreteras.
En ese triángulo, que incluye territorios como Calvillo, en Aguascalientes; y Tepechitlán, Juchipila y Jalpa, en Zacatecas, el CJNG impuso su ley para cometer además homicidios, abrir fosas clandestinas, cobrar piso y traficar drogas.
La desaparición de cinco jóvenes, la noche del pasado 11 de agosto en el municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, cuando se reunieron en El Mirador, es apenas un eslabón de la cadena de delitos que se cometen en ese polígono, advirtieron el Colectivo Altos de Jalisco y fuentes ministeriales.
En los Altos de Jalisco suman sólo este año unas 33 personas (incluidas cuatro de Aguascalientes) desaparecidas, pero las familias de 20 no han denunciado esos hechos por amenazas directas de los criminales, alertó la ONG.
En esta región ni los religiosos se han salvado. El Obispo de Autlán, Rafael Sandoval, fue detenido en un retén del crimen organizado en carreteras de Jalisco, recibió amagos y fue despojado de sus pertenencias.
Las desapariciones en el “Triángulo del terror” no son recientes.
En septiembre de 2019, casi al inicio de la actual Administración, cuatro personas de la comunidad de Obrajuelo del municipio Apaseo el Grande, Guanajuato, que salieron de ese poblado para trabajar en San Juan de los Lagos, Jalisco fueron reportadas como desaparecidas. Ellos fueron identificados como Miguel Ángel Olvera, Leobardo Sánchez Reséndiz y los hermanos José Dolores y Juan Pablo Gómez Samilpa. Hasta la fecha no han sido localizados.
En 2022, la Policía estatal reportó una veintena de ataques armados contra sus elementos.
En agosto de ese año fue asesinada a balazos una pareja de novios en Calvillo mientras paseaban en una motocicleta 4×4 en la terracería.
Tras estos hechos sangrientos las autoridades federales y estatales implementaron operativos, una y otra vez en las carreteras que conforman el “Triángulo del terror”.
Sin embargo, en este año se recrudeció la violencia en la zona.
En enero, se alertó sobre el hallazgo de una fosa clandestina, en la comunidad de El Cuidado, Zacatecas, sobre la carretera Tepetongo-Huejúcar, en los límites con Jalisco. En el sitio fueron localizados los cuerpos de tres mujeres y un hombre, originarios de Colotlán, Jalisco.
En marzo pasado, la empresaria potosina Lidia Villalba murió presuntamente a manos de “fuerzas de seguridad” que dispararon contra la camioneta en la que viajaba, tras participar en un torneo de golf en Aguascalientes.
Mientras que el subdirector de la Policía de Encarnación de Díaz, Jorge Antonio Lozano López, fue ejecutado el 7 de abril.
Una semana después, fueron localizados tres cuerpos desmembradas y quemados en Encarnación de Díaz.
Apenas el 27 de julio, tres mujeres originarias de Aguascalientes desaparecieron en Encarnación de Díaz, Jalisco. Un día después, hombres armados sacaron a una mujer de su casa, en tierras hidrocálidas, tras denunciar el hecho.
En cuanto a los robos, en junio un grupo de delincuentes interceptó una nodriza con camionetas nuevas en la carretera León-Aguascalientes, a la altura de Lagos de Moreno. La unidad fue interceptada por varios vehículos y a plena luz del día.
Balaceras también han sido reportadas de manera constante por los habitantes en Teocaltiche, Encarnación de Díaz, Jalostotitlán, Tepatitlán, Jalpa y Juchipila; mientras que en julio se reportaron narcobloqueos en San Juan de Los Lagos y Encarnación de Díaz.
En mayo, dos oficiales de la Guardia Nacional murieron tras un enfrentamiento con el Cartel Jalisco Nueva Generación sobre la carretera San Juan de Los Lagos-Lagos de Moreno. (Con información de Mural)