· Espera que lo liberen como a sus cómplices
San Ignacio, Jal.- Adolfo Agustín L. quien fuera policía en el 2021 en el municipio de San Ignacio, fue detenido esta semana acusado de la desaparición de tres personas en ese año. Adán espera resolución de su situación jurídica, aunque como antecendente, en febrero otros cuatro policías y un funcionario habían sido detenidos por el mismo motivo y seis días después fueron liberados.
La Fiscalía del Estado (FE), logró la captura de un ex elemento de la Policía Municipal de San Ignacio Cerro Gordo, que presuntamente se involucró en la desaparición de los hermanos Adán y Gerardo Morales, así como Arnulfo Palomera, quienes desaparecieron luego de que fueron detenidos por elementos de la policía de San Ignacio Cerro Gordo por supuesto robo a casa habitación cuando se dirigían a trabajar a dicho municipio.
Adolfo Agustín L. quien se encontraba activo en la corporación ya señalada, y con la ayuda de otros elementos, presuntamente detuvieron a las víctimas. Posteriormente, sujetos vestidos de civiles con armas de fuego se las llevaron, desconociendo hasta ahora su paradero.
Venancia Morales Hernández, madre de dos de las víctimas, denunció la desaparición y la FE llevó a cabo las indagatorias que permitieron acreditar la posible responsabilidad del individuo, por lo que se solicitó una orden de aprehensión por el delito de desaparición forzada de personas.
Desde entonces, Adolfo Agustín L. comenzó a ser buscado y finalmente se logró su captura en un operativo implementado en la colonia Jardines Alcalde, en Guadalajara, por lo que fue puesto a disposición del Juez de Control que resolverá su situación jurídica.
Sin embargo, esta no sería la primera vez que detienen a alguien relacionado con ese caso, en febrero de este, cuatro policías identificados como Silvestre M., Fabiola C., Luisa S., el comisario José G., así como el ex juez municipal Óscar B. fueron detenidos el 14 de febrero acusados de lo mismo que Adolfo, 6 días después no fueron vinculado a proceso y una jueza los liberó señalando que no se acreditó relación alguna entre los elementos y la privación de la libertad de las víctimas.
En su momento, la madre de Adán y Gerardo Morales señaló que con la liberación de los policías y el funcionario, estaba más lejos de saber en dónde estaban sus hijos.
Adán y Gerardo Morales y su cuñado Arnulfo Palomera vivían en el municipio de Tonalá, se dedicaban a la venta de limón, el día que desaparecieron se dirigían a San Ignacio Cerro Gordo a trabajar, fueron detenidos, acusados de robo pero nunca se les informó quién había puesto la denuncia.
Tras pagar la fianza y ser liberados, gente armada les cerró el paso cuando venían de regreso a casa y se los llevaron con lujo de violencia, sin que hasta la fecha su familia tenga noticias sobre su paradero.