Por Gustavo González Godina
Pues mire usted lo que son las cosas. Yo no simpatizo mucho con los organismos defensores de los Derechos Humanos, entre otras cosas porque pienso, como el presidente salvadoreño Nayib Bukele, que deben ser más importantes los humanos derechos que los derechos humanos. Y ahora resulta que tengo un compromiso moral con la Coordinación de Derechos Humanos del Gobierno Municipal de Tepatitlán, y con la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco, porque tuvieron la gentileza de incluirme en una pequeña lista de comunicadores que fueron reconocidos este miércoles 3 de mayo, que además de ser el Día de la Santa Cruz y de los albañiles, es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Esto sin duda me obligará a modificar mi percepción de dichos organismos, pues nobleza obliga.
Fue la Dirección de Desarrollo Humano y Programas Sociales del Gobierno de Tepatitlán, a cargo de Jairo Elías González González, quien nos hizo el favor de invitarnos a un llamado Conversatorio con el tema “El papel del periodismo en el avance de la democracia: Retos, Riesgos y Ética del periodista”. Nos convocó junto con la Coordinación de Derechos Humanos a cargo de Adán Magdaleno Alcalá. Agradecemos mucho a ambos el habernos tomado en cuenta para este evento, que se llevó a cabo en el Museo de la Ciudad de Tepatitlán.
Se invitó como moderador del Conversatorio –palabritas (¿palabrejas?) que se sacan de la manga de cuando en cuando los intelectuales para innovar y que se oiga más apantallador, antes se le llamaba simplemente una mesa redonda- el doctor José Abel Campirano Marín, abogado y periodista que sabe mucho, yo diría que es un sabio, tiene la cabeza llena de datos, fechas, nombres, autores… y no es de esas personas que se pasan la vida estudiando y al final no sirven para nada, no, el doctor Campirano ha escrito y escribe en los más prestigiados periódicos y ha enseñado en escuelas de todos los grados, desde la secundaria hasta la universidad, de México y del Extranjero, es una eminencia pues. Y además humilde y sencillo, al final de la reunión le hice una pregunta en privado, y me contestó: “Eso se lo explico la próxima vez que platiquemos, porque tenemos que volver a platicar usted y yo, tengo mucho que aprender de usted”. ¡Uf!, me sentí como dicen las tecas del Istmo de Tehuantepec cuando se sienten orondas: “Ancha y profunda”, en mi caso en masculino, por supuesto, porque le hago a todo menos a eso.
Presidieron la reunión -el Conversatorio pues- el alcalde Miguel Ángel Esquivias, el síndico Rigoberto González Gutiérrez, las regidoras Luz del Carmen Aceves y Rosa Adriana Reynoso, la presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco Luz del Carmen Godínez González, el director jurídico de la misma, Francisco Javier Ulloa Sánchez; y los ya mencionaros organizadores, Jairo González y Adán Magdaleno. Antes de pasar propiamente a la conversación, se firmó un convenio entre el organismo estatal y el municipal de los Derechos Humanos para la capacitación y asistencia en dicha materia.
Me dio mucho gusto encontrarme ahí con mis compañeros, comunicadores veteranos, Chuy Flores González, Juan Carlos Báez Paredes, José Ángel Díaz Chavarría, Salvador Gutiérrez, Basilio Gutiérrez y Horacio de la Torre, quienes también fueron objeto de reconocimiento. Me extrañó no ver ahí a Ramón Muñoz de Loza ni a Víctor Manuel Mendoza “Tabasco”, desconozco los motivos.
También otorgaron otros reconocimientos menos vistosos pero igual de valiosos, a personas como a mi hija Georgina González (porque conduce con Ramón Muñoz el noticiero de radio local), a Jesús Villaseñor, director general del Telecable, otro al noticiero de Cable Noticias Tepa, a Enrique Navarro de la Mora (muy afectuoso en su saludo, hacía mucho tiempo que no lo veía), a la reportera Marcela Castellanos, a Roberto González el famoso “robert” de Punto Abierto, y a dos o tres personas más a quienes pido perdón porque no recuerdo sus nombres.
Y para terminar sortearon algunos regalos que amablemente trajo el doctor Abel Campirano, consistentes en algunas litografías del Guadalajara antiguo y memorias USB con anuncios que se transmitían entre los años 30 y 60 del siglo pasado, esto entre las personas que registraron su asistencia al llegar al Museo, de manera que hasta mi hija Gabriela González Ontiveros, que dirige el Semanario 7 días, alcanzó un premio (una USB) porque fue la primera en llegar al punto de reunión, sólo que no estaba en su lugar cuando la mencionaron -había ido por Matías al kínder.- pero la recibió su hermana Georgina en su lugar.
Un gustazo ver a Norberto Servín, director del Museo de la Ciudad (que también ha tenido que ver con los medios de comunicación) a quien felicitamos sinceramente porque tiene las instalaciones impecables, todo en su lugar, es un hombre comprometido con lo que hace, que no considera un trabajo porque le gusta. Buen amigo, respetuoso, educado, atento, de los hombres que quedan pocos. Cuídate Norberto, el Museo de la Ciudad está en buenas manos.
A todas las personas que nos acompañaron, a las que conozco y a las que no (fue un placer saludar al columnista estrella del Semanario 7 días Christian Villalobos, oficial del Registro Civil). Mi agradecimiento a los asistentes por su atención a las palabras que ahí expresamos algunos. A mí me tuvieron que callar porque me pasé del tiempo que me correspondía, pues preferí no hablar del papel de los medios en el avance de la democracia, sino del papel de los medios en la defensa de la democracia, tema que consideré de más actualidad y más importante ahora que el régimen actual quiere destruirla. Enumeré las veces que la Sociedad Civil a través de los medios (empezando por la Redes Sociales) le hemos ganado una tras otra a López Obrador desde el 2021 cuando le quitamos la mayoría calificada a Morena en la Cámara de Diputados, me emocioné, y me dijo Adán que ya le parara. Tenía razón, pedí disculpas y terminé.
Gracias a todos, especialmente a Jairo y a Adán por habernos tomado en cuenta, al presidente municipal Miguel Ángel Esquivias por acompañarnos, y a César Octavio Martínez Navarro, director de Comunicación Social, por su saludo tan afectuoso que ameritó un fuerte abrazo. Gracias, muchas gracias.
