Por LN. María Marcela Sánchez Díaz
Los líquidos que consumimos día con día deben ser los que cubran nuestras necesidades corporales, es decir, el agua es un líquido vital que favorece a la regulación de nuestra temperatura corporal a través del sudor, pero que no solo ayuda al órgano de la piel, sino que apoya a otros sistemas, por ejemplo, cuando estamos bien hidratados el intestino tiene un buen funcionamiento, ya que ayuda a la digestión de los alimentos, el transporte de nutrimientos, favorece la excreción de sustancias tóxicas del cuerpo a través de las heces, etc. En los riñones también es importante porque es la forma que tiene para eliminar otros tipos de desechos que nuestro organismo no necesita a través de la orina, además, los pulmones también usan una parte del agua que bebemos para hacer sus funciones ordinarias de manera correcta, por ello, es que se hace necesario el consumo de agua simple a través de todo el día reponiendo constantemente lo que se pierde y así sigan todas las funciones corporales.
Existe una recomendación muy básica que es la de beber entre 6 a 8 vasos con agua simple como mínimo además de otros líquidos que podamos consumir de costumbre, como es el caso de las infusiones, el té o del café (sin azúcar es lo más recomendado), incluso de la leche o algún jugo de verduras y frutas naturales, bebidas deportivas, etc. reiterando que estos últimos no suplen el beber agua natural, son independientes.
Ahora bien, durante la temporada de calor es necesario tomar medidas adicionales en cuanto a la hidratación, beber refrescos y jugos embotellados no quita la sed, al contrario, provocan otras situaciones como el aumento de peso y falla en algunos órganos por las grandes cantidades de azúcar que aportan, además de necesitar un mayor consumo de agua por el mismo exceso de glucosa en sangre, también, se debe estar al pendiente de si se requiere tomar bebidas de rehidratación oral en caso de exponerse a actividades como largas jornadas de ejercicio, actividades de trabajo con exposición al sol, o en caso de padecimientos como diarrea, vómito, gastroenteritis, entre otras, presentándose con mayor incidencia entre las temporadas de primavera y verano y sabiendo que las personas con mayor riesgo de padecer estas enfermedades son los niños menores de 5 años y los adultos mayores.
Recordando que para mantener una buena salud no sólo es importante llevar una dieta correcta y balanceada, hacer ejercicio, descansar adecuadamente, sino que es necesario una adecuada hidratación del cuerpo, si requieres conocer con mejor detalle de acuerdo con tu peso, estatura y edad la cantidad de consumo de agua adecuada a tus necesidades, acude con tu nutriólogo, él te sabrá indicar con mayor exactitud cómo y cuánto es lo que debes beber durante todo el día, anímate, busca tener la mejor calidad de vida.