Por LN María Marcela Sánchez Díaz
Pensar en hacer dieta para muchos es pensar en restricción y en dejar de comer lo que les gusta, o que deberán contar calorías y comer pura pastura, estas ideas pueden llegar a ser erróneas.
La definición de dieta biológicamente se refiere al conjunto de sustancias que regularmente se ingieren como alimento, es decir, es la suma de lo que se come en un día independientemente si es bueno o malo, el nutriólogo ajusta en un plan alimenticio individualizando las necesidades de cada una de las personas, tomando en cuenta su estilo de vida, patologías y demás demandas que se deban cubrir para tener un equilibrio y por ende un buen estado de salud y bienestar, para ello hay muchas variables, como la alimentación intuitiva, que como indica su nombre, lo primero que se debe hacer es conocer las necesidades de tu cuerpo, percatarse de las señales biológicas que te manda y que quizá ignoras, como lo es el hambre y la saciedad.
Desde jóvenes sabemos cuáles son los alimentos que me convienen y cuáles en menor cantidad, así que esta dieta trata de comer de todo priorizando en lo saludable, basándose en el hambre real, sabiendo que no busca que pierdas peso, sino que simplemente comas mejor, te sientas saludable y disfrutes de tus platillos sin obsesiones, sin mediciones, sólo comiendo a saciar tu organismo.
Tiene algunos principios que debes seguir y son los siguientes:
- Cambia tu mentalidad de dieta, no debe ser monótono, ni insípido, piensa en que comerás apetitoso.
- Haz caso a cuando sientas hambre, presta atención y pregúntate cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que comiste y si realmente es hambre.
- Reconcíliate con la comida si tienes alguna aversión hacia algunos alimentos, date permiso para comerlos y presta atención a su sabor y a cómo te hace sentir quizá los disfrutes de nuevo.
- Desafía al inspector de la comida, (eso sí o eso ya no), mejor sé consciente sobre la calidad más que vigilar la cantidad de lo que comerás.
- Siente tu nivel de saciedad y poco a poco lo respetarás sin problema.
- Descubre el factor de satisfacción al terminar de alimentarte.
- Sé amable contigo y enfrenta tus emociones, el comer debe ser un gusto y no un castigo.
- Respetar tu cuerpo, no te hagas comentarios burlones hacia ti o hacia los demás, hay que aceptar que puede existir un patrón genético.
- • Muévete, siente la diferencia del movimiento, cualquier ejercicio es bueno, así como el debido descanso.
- Honra tu salud con una nutrición compasiva, escoge una verdura por ejemplo y busca una nueva receta que te quedará deliciosa, atrévete y cambia.