• Viejos, jóvenes, niños, de Guadalajara a Tepatitlán
• Les tocó inaugurar, ahora sí, la Plaza del Peregrino
Por el Dr. Miguel Ángel Pozos Rizo
Una vez más se llevó a cabo la peregrinación de Guadalajara a Tepatitlán, la cual inició en 1967 como una primera caminata. Ahora, luego de dos años de suspensión por motivo de la pandemia del Covid-19.
La fe sigue vigente, y a pesar de ser entre semana, el pasado 25 de abril dio inicio desde Guadalajara-Zapotlanejo-La Ermita en el Colomo-Paredones, hasta llegar a la Alameda en Tepatitlán, al Templo de San Tranquilino, donde se ofició la misa para los peregrinos, no sin antes llegar hasta el santuario del Señor de la Misericordia y ponerse a sus pies dándole gracias a Dios por mantenernos vivos en este 2022, y pidiendo por nuestros familiares y amigos que se nos adelantaron en el camino.
Miles de peregrinos de todas las edades, desde la tercera edad hasta niños cargados por sus padres o en carriolas, muchos jóvenes, mujeres y hombres, otros más llevando a sus espaldas crucifijos con la imagen del Señor del al Misericordia, cansados, ampollados, con dolor en el trayecto, pero con mucha fe, lograron llegar a la meta.
Por fin les tocó estrenar la plaza de los peregrinos al frente de la Alameda, donde les sirvió para descansar y esperar la santa misa que fue presidida por el padre Gabriel González Pérez, capellán del Santuario, con el apoyo del p adre Octavio López Gómez, dándoles la bienvenida a todos los peregrinos y felicitándoles por su gran esfuerzo y fe hacia el Señor de la Misericordia.
Y este mismo día por la tarde fue la salida del Señor de la Misericordia de su santuario a las 5.30 en un carro alegórico muy bien diseñado, que lucía mucho y protegía la bendita imagen, haciendo el recorrido acostumbrado hasta llegar a la parroquia de San Francisco. El día 28 y 29 visitaría las parroquias dentro de la localidad, siempre acompañados por los guardias del Señor de la Misericordia y el equipo de liturgia, y finalmente llegaría por la noche a su santuario, donde se celebra la Santa misa por todos los ahí presentes y sus familias.
Le pedimos que el próximo año 2023 nos permita una vez más estar a sus pies en su santuario.
Un agradecimiento y reconocimiento especial para todas aquellas personas civiles que organizaron y colaboraron regalando comida, otros tantos su tiempo para servir y atender a los peregrinos. A nuestras autoridades municipales a cargo el presidente Miguel Ángel Esquivias, que estuvo pendiente de que hubiera vigilancia, apoyo y protección en el trayecto que le corresponde a Protección Civil, Cruz Roja, Policía Municipal y otras dependencias que colaboraron.
Dios les pague al 100 x 1.