+ Dicen que encarecen la vivienda, que se vayan
Miles de personas se manifestaron en Barcelona para exigir límites al turismo masivo, que encarece la vivienda en esta ciudad que es uno de los principales destinos turísticos de España, y que como otras de Europa y América sufre el problema de los departamentos para rentar durante vacaciones. Si bien no es la primera vez que este tipo de manifestaciones ocurre, sí es la primera vez que la convocatoria causó encontronazos entre manifestantes y turistas, con pistolas de agua incluidas.
Unas 2 mil 800 personas, según la Guardia Urbana o Policía local, participaron en la marcha para denunciar que la masificación impacta de manera negativa en los vecinos de la ciudad, al elevar los precios de la vivienda y provocar la expulsión de sus barrios.
Más de 140 entidades de la ciudad, entre ellas asociaciones vecinales, ecologistas, movimientos en defensa de la vivienda y sindicatos, convocaron la marcha para reclamar un cambio de rumbo en el modelo turístico de la ciudad, que tiene cerca de 1.6 millones de habitantes y que el año pasado recibió cerca de 12 millones de turistas según datos del Ayuntamiento.
‘Tourist go home’
Bajo el lema ‘Basta! pongamos límites al turismo’, en la cabeza de la manifestación una pancarta pedía ‘Decrecimiento turístico, ya’ y los participantes llevaban otras como ‘Tourist go home’ (Turistas fuera) y ‘Vecinos en peligro de extinción’.
Pero para hacer más énfasis en su hartazgo con el turismo y el encarecimiento de la vida que para sus habitantes significa, los manifestantes utilizaron pistolas de agua para con ellas “disparar” a los turistas. La cadena CBS News habla de clientes de un restaurante de la Barceloneta que acabaron empapados mientras cenaban, otros que tuvieron que cambiar de mesas o un hotel y varias terrazas “precintadas” de forma simbólica. Durante la marcha podían leerse carteles en inglés que advertían: “Tourists go home”.
Rechazo del Ayuntamiento
Las imágenes que recorrieron el mundo en cuestión de minutos, no gustaron en el Ayuntamiento, que condenó las molestias a los turistas y exigió respeto para los visitantes. “Protestar contra el turismo masivo debe ser compatible con el respeto hacia las personas que visitan Barcelona”.
No más viviendas turísticas
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció que a partir de noviembre de 2028 no habrá pisos turísticos en la ciudad, donde se estima que existen unos 10 mil aunque se teme que haya muchos más ilegales, en la línea de otras ciudades como París, Londres y Nueva York que tomaron medidas para limitar este tipo de alojamientos.
Además planea aumentar el recargo del impuesto turístico a 4 euros por noche, reforzando así los recursos para gestionar el impacto del turismo.
De esta manera, las autoridades esperan frenar los crecientes costos de la vivienda y hacer que la ciudad sea un lugar habitable, con precios accesibles, para los residentes.