Será en julio cuando comiencen a operar en su totalidad las calandrias eléctricas en el centro histórico de Guadalajara, con lo que se dirá adiós a las que son tiradas por caballos desde hace alrededor de un siglo.
El gobierno tapatío señaló a través de un comunicado de prensa que actualmente circulan 55 calandrias: 16 son eléctricas y las 39 restantes operan con tracción animal, pero en julio el ayuntamiento de Guadalajara contempla que esté lista la entrega de los vehículos a propietarios, de modo que sean uniformes los recorridos.
Maclovio Gaviño, dueño de calandrias, tradición en la cual también participaron su padre y su abuelo, explicó que algunos miembros del gremio fueron informados del tema tras varias reuniones que se hicieron con autoridades municipales y estatales, en las que les detallaron que los nuevos vehículos serán entregados en comodato. Si bien acentuó que no está conforme con el cambio, afirmó que se adaptará a los acuerdos.
“Tenemos que chambear. La calandria cada vez que se remodela es tapicería y pintura, aunque siga siendo la misma, esto para que se vea bien, con unos 10, 12 mil pesos para poder dejar cada una bien y poder trabajar. Cada seis meses la renuevo”.
En octubre de 2023, el gobierno de Guadalajara avaló la reforma para que todas las calandrias que operen en el municipio sean eléctricas, proceso que comenzó desde la administración de 2017, cuando el ahora gobernador de Jalisco fungía como el primer edil de Guadalajara.
Entre el Ayuntamiento de Guadalajara y el gobierno de Jalisco se firmó un convenio para que cada uno aporte hasta siete millones de pesos para la compra de calandrias y sean dadas en comodato a los calandrieros por 99 años; los fondos estatales serán aportados desde el llamado “Fondo Verde”, que se nutre con recursos provenientes de la verificación y de impuestos que se cobran a Empresas de Redes de Transporte que ofrecen traslados a los habitantes a través de plataformas.
Caballos sanos que disfruten su jubilación
El ayuntamiento tapatío recordó que habrá vigilancia sobre lo que se haga con los caballos, principalmente por aquellos propietarios que deseen conservar a los equinos. Según el gobierno de Guadalajara, no hay ningún caballo fallecido, al referir que se ha garantizado la salud de todos los animales independientemente de su destino.
Otro propietario, Gerardo Jiménez, ya cambió sus calandrias de caballos a eléctricas hace cuatro años y desde aquel momento decidió donar los caballos a una asociación, por lo que fueron trasladados al municipio de Mascota para su conservación.
“Nosotros podríamos quedarnos con nuestros caballos o donarlos. Yo los doné a través de una asociación protectora de animales, que les buscó un lugar a mis caballos y se fueron a Mascota. Se fueron con su contrato de donación hace cuatro años”, subrayó el calandriero.
En contraparte, Maclovio decidió que va a conservar a sus cuatro caballos: “Yo me voy a quedar con ellos, no sé los otros compañeros, ya sea si los van a donar o no. He invertido 25 mil pesos por cada caballo”.
Hasta el momento, la mayoría de los conductores de calandrias han sido notificados por el municipio de la próxima modificación.
El recorrido en una calandria consiste en circular por las avenidas más importantes del Centro Histórico de la ciudad y las aledañas al primer cuadro. Al mismo tiempo, se procura que el visitante aprecie a primera vista los edificios, monumentos y plazas más importantes de esta zona de Guadalajara.