Por Gustavo González Godina
El Golpe de Estado “Técnico” del que ha venido hablando López Obrador en las últimas semanas, se va a dar. Por primera (y única) vez en los 5 años y medio que lleva de su gobierno el Presidente está diciendo la verdad, nos está anunciando que va a haber un Golpe de Estado y hay que creerle.
Pero como AMLO no puede hablar sin mentir, como es un mentiroso compulsivo que miente como respira, junto con esa verdad de que se prepara un Golpe de Estado “Técnico” nos suelta una mentira, que dicho Golpe de Estado lo van a dar la oposición y el Poder Judicial, cuando quien está preparando ese Golpe de Estado es Él, y no se llamará Golpe de Estado, se llamará Estado de Excepción.
El columnista Ricardo Pascoe lo explica muy bien en su columna Mirando al Otro Lado, que tituló “AMLO prepara el Estado de Excepción”. Yo quiero explicarlo en forma más sencilla y accesible, y sobre todo insistir al final en cómo podemos evitarlo, que fue lo que le faltó al prestigiado columnista de El Heraldo.
De que AMLO está preparando ese autogolpe de estado no queda duda, su ambición de poder no terminará el día último de septiembre. Él pensaba gobernar a través de Claudia Sheinbaum, pero ya se convenció de que su candidata no levanta y que no ganará, al menos no con la cantidad de votos suficientes como para que se quede tranquila la oposición, si acaso gana será con unos cuantos votos y Él mismo está preparando desde ahora la impugnación del resultado por parte de la oposición, para que el Tribunal Electoral anule la elección (a eso le está llamando Él Golpe de Estado “Técnico”), y una vez que esto ocurra declarar el Estado de Excepción.
Para ello está implementando principalmente dos preparativos: 1.- Está (y seguirá) violando constantemente la Ley Electoral y la Constitución, haciendo campaña por su candidata de Morena y, 2.- Permitiendo que el Crimen Organizado intervenga libremente en la elección, asesinando a candidatos y sembrando el terror en la población para inhibir el voto.
Esas dos acciones: violar la Ley y la intervención del Crimen Organizado, son ambas causales de anulación del resultado de una elección y de la elección misma, y AMLO cuenta con que la oposición las va a argumentar al impugnar el resultado del 2 de junio, y cuenta también con que el TRIFE va a anular la elección.
Sin un presidente electo y sin un Congreso nuevo (porque se anuló la elección), y ante las protestas ciudadanas que esto provocará, el siguiente paso será declarar el Estado de Excepción invocando el Artículo 29 de la Constitución, que establece “la suspensión o restricción del ejercicio de derechos y garantías”, situación prevista para “los casos de Invasión, perturbación grave de la paz pública u otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto”.
El pretexto será lo de menos, AMLO argumentará “perturbación grave de la paz pública” y declarará el Estado de Excepción, para seguir en el poder y empezar a gobernar por decreto. Uno de sus primeros decretos será la desaparición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es su sueño más anhelado. Y a partir de ahí, agárrense, expropiaciones, cancelación de libertades, cárcel para quienes se atrevan a manifestarse contra su gobierno y todo lo que conlleva una dictadura.
Por eso habla ya López Obrador de un Golpe de Estado “Técnico”, nos lo está anunciando, lo que no nos dice es que lo dará El y que se llamará Estado de Excepción.
¿Cómo evitarlo? Bueno, Él cuenta con un triunfo por escaso margen de Claudia Sheinbaum; con que la oposición impugnará el resultado; y con que el Tribunal anulará la elección. La forma de evitarlo es eliminar esos tres escenarios: Salir a votar en masa, todos, para darle la vuelta a la tortilla y que el triunfo de Xóchitl Gálvez sea por un amplio margen, tan amplio que no se atreva el oficialismo a impugnarlo, tan amplio que aun cuando hubiera impugnación, al Tribunal no le quede otra más que ratificarlo, el triunfo.
¿Y si gana la oposición por amplio margen y hay protestas de los morenos, no podría el Presidente declarar el Estado de Excepción por el mismo motivo? Sí, podría, alegaría lo mismo, ya amenazó incluso con mandar a sus Jóvenes construyendo el Futuro y a sus becados a sembrar el caos la noche de la elección y en los días posteriores a ésta, con el mismo fin de pedirle al Congreso la anulación de la elección.
Pero no es lo mismo para la ciudadanía, para la sociedad civil, pelear contra el régimen luego de un triunfo arrollador, teniendo ya una presidenta electa y nuevos diputados federales y senadores, que hacerlo huérfanos de todo esto. Manifestarse y protestar para defender el triunfo y al nuevo gobierno electo, no es lo mismo que hacerlo en un Estado de Excepción con todo el poder concentrado en un solo hombre.
En resumen: Hay que salir todos a votar, hay que vigilar la elección, hay que observar el conteo de los votos, y hay que salir a festejar el triunfo la misma noche de la elección, mostrando las copias de las actas con los resultados de cada casilla, para que esta imagen le dé la vuelta al mundo, para dificultarles -y si es posible imposibilitarles- así el fraude. Y que sea lo que Dios quiera.